Cerca de 200 militares se unieron al operativo coordinado por la unidad antiterrorista de la policía británica en la localidad de Salisbury, al sur de Inglaterra, donde Skripal, de 66 años, y su hija Julia, de 33, fueron hallados inconscientes en un banco el pasado domingo.
Ambos permanecen hospitalizados en estado crítico, mientras que el sargento de la policía Nick Bailey, que estuvo expuesto al agente químico, sigue grave, aunque su estado ha mejorado y ha podido hablar con los investigadores.
Agentes con trajes especiales para evitar la contaminación química fueron vistos este viernes colocando una tienda de plástico azul sobre el memorial dedicado al hijo de Skripal y depositaron varios objetos en barriles amarillos, según medios británicos.
Tanto ese memorial como la tumba de su esposa, en el cementerio situado en la calle London Road de Salisbury, han sido acordonados. Un portavoz de la policía subrayó que los ciudadanos "no se deben alarmar" por las medidas que están tomando los investigadores y recalcó que "las recomendaciones de salud pública continúan siendo las mismas".
Las autoridades sanitarias británicas han asegurado en los últimos días que el suceso no supone riesgo conocido para la salud de los ciudadanos.
Entre el personal militar que ha comenzado a colaborar en la investigación se encuentran marines, miembros de la Real Fuerza Aérea británica (RAF, en sus siglas en inglés) y expertos en armamento químico y descontaminación.
El ministro británico de Defensa, Gavin Williamson, aseguró que el Reino Unido cuenta con "la gente adecuada" y los "conocimientos adecuados" para llevar a cabo esta "crucial investigación".
El secretario de Estado de Defensa Tobias Ellwood detalló, por su parte, que la "complejidad" a la hora de analizar "por completo la escena del delito" ha llevado a la decisión de involucrar al Ejército, a fin de que dejar más "espacio a la policía para desarrollar su labor de investigación".
Entre otras tareas, personal militar fue visto hoy cuando retiraba en un camión de la Armada un coche de policía que había quedado aparcado frente al hospital de Salisbury desde el domingo y que fue previamente cubierto con una lona protectora.
Según afirmó a la cadena pública BBC un exiliado ruso, Valeri Morozov, que había mantenido diversos contactos con Skripal, el antiguo agente secreto ruso estaba trabajando en el campo de la ciberseguridad en el Reino Unido.
Con información de EFE
MÁS SOBRE ESTE TEMA: