Los clubes privados de mujeres, a imagen de los que los hombres llevan siglos disfrutando, están volviendo a Londres en un fenómeno que entronca con los orígenes del pionero feminismo británico.
A pocos pasos de Oxford Street y en el icónico distrito Bloomsbury se encuentra una elegante casa de ladrillo de cinco pisos y estilo georgiano, muy propia de la arquitectura londinense.
Hemos tratado de hacer un lugar que celebre a las mujeres. Por mujeres y para las mujeres
La casa alberga el recientemente creado The AllBright, último de una serie de clubes privados femeninos, que comenzó a funcionar este jueves en ocasión del Día Internacional de la Mujer.
Fundado por Debbie Wosskow, de 43 años, otrora emprendedora tecnológica, y Anna Jones, de 42, ex directora de la filial británica del grupo de medios de comunicación Hearst, el club cuenta con 400 miembros y una larga lista de espera, y está dedicado a "las mujeres activas".
"Hemos tratado de hacer un lugar que celebre a las mujeres. Por mujeres y para las mujeres. El tipo de lugar que faltaba" en Londres, dijo a la AFP Anna Jones.
Es cierto que el Reino Unido tiene una mujer primera ministra (Theresa May), pero está lejos de la igualdad de sexos, subrayó Debbie, y el Parlamento cuenta sólo con un tercio (32%) de diputadas (en España o Francia el porcentaje es superior, en torno al 40%, según la organización mundial Unión Interparlamentaria).
"La situación de las mujeres trabajadoras tiene que cambiar en el Reino Unido, y creemos que el AllBright forma parte de la solución", insistió.
Jazz, trabajo y café
Aquí, nada de salones para fumar habanos, ni sillones de piel, antiguos distintivos de los clubes masculinos: la decoración es cálida y clara, entre británica y escandinava, propicia a la relajación con sus sofás profundos, pero también al trabajo, gracias a unas mesas para compartir.
A pie de calle, el AllBright dispone de un café que sirve bebidas calientes y ensaladas, y en el primer piso hay un bar art déco. En los salones de los pisos superiores, el ambiente es de estudio, y apenas se escucha el teclear de los ordenadores con un fondo de música de jazz.
Le'Nise Brothers llegó al club por la mañana. Fue a buscar un café y se puso a trabajar con una pila de dossieres. Para esta nutricionista de 38 años, el club es el lugar perfecto para ganar clientes y contactos.
"Estoy especializada en el trabajo con mujeres, así que para mí es lógico estar en un lugar como este", explicó esta britanica-canadiense, de peinado afro y camisa negra con flores bordadas.
"Cuando estamos entre mujeres, es diferente", añadió. "Eso no significa que la presencia de hombres sería negativa, sino que los lugares hechos para mujeres tienden a ser más cálidos y acogedores".
Conectar con la tradición
El AllBright, pero también otros, como el We Heart Mondays, abierto a finales de 2017, conectan con una cierta tradición de clubes privados femeninos.
Si bien nunca rivalizaron en influencia y número con los masculinos, instalados en Londres desde hace tres siglos, los clubes femeninos han tenido su papel en la historia de la ciudad y contribuyeron a la lucha por la igualdad de derechos.
Uno de ellos fue el Pioneer Club, fundado en 1892 por Emily Massingberd y considerado entonces como un círculo cultural vanguardista y feminista.
Estas asociaciones "fueron para las mujeres un intento de reivindicar un espacio social, en particular en los centros urbanos", explicaban David Doughan y Peter Gordon en su libro "Women, Clubs and Associations in Britain" ("Mujeres, clubes y asociaciones en Gran Bretaña").
Estos lugares servían de "refugio a las mujeres de clase media", un momento de respiro frente a las exigencias familiares y sociales, o, "como lo resumió Virginia Woolf, 'un lugar para ellas'".
No es de sorprender, pues, que la cita completa de la escritora británica ("Una mujer debe tener dinero y un lugar para ella") esté inscrita a la entrada del AllBright. Woolf era también residente de Bloosmbury.
El movimiento en las redes sociales #MeToo ha creado "una dinámica" para los derechos de las mujeres, estimó Anna Jones. "Creo que nosotros formamos parte de ella", agregó.
Con información de AFP
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