Un hecho insólito tuvo lugar en las últimas horas en Turquía. El ministerio de Educación ordenó que el profesor de historia Gokhan Açikkollu, de 42 años, sea reincorporado en su puesto de trabajo en la escuela secundaria politécnica vocacional Atatürk de Ümraniye, en Estambul.
El hombre fue separado del cargo en 2016, luego de ser acusado de estar detrás del intento de golpe de Estado contra Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, las investigaciones confirmaron que Açikkollu no tuvo ningún tipo de vinculación.
Lo insólito del caso es que el profesor murió hace un año y medio como consecuencia de la tortura que sufrió por parte de las fuerzas del régimen turco.
La historia fue divulgada este miércoles por el diario Cumhuriyet, uno de los pocos críticos de Erdogan que quedan en Turquía.
El informe compartido por el medio turco indica que el nombre de Açikkollu estaba en una lista de 120.000 personas que fueron suspendidas o despedidas de su trabajo bajo sospecha de planear el golpe contra Erdogan.
El 23 de julio de ese año, agentes de la fuerza "antiterrorista" irrumpieron en la casa del docente y se lo llevaron a prisión.
Açikkollu, enfermo de diabetes, fue privado de recibir su medicación mientras permaneció detenido. Sufrió además golpizas y maltratos. Todo esto le provocó diarrea y ataques de pánico.
Cumhuriyet reveló que en los 13 días que estuvo detenido, fue trasladado en dos oportunidades a un hospital, consigna el diario El Mundo.
El 5 de agosto finalmente murió.
Sebnem Korur, defensora de Derechos Humanos, señaló que los informes forenses dan cuenta de una muerte por infarto tras haber sufrido torturas.
Açikkollu había recibido cargos por presunta propaganda a través de las redes sociales, apoyo económico y cooperación con el movimiento de Fethullah Gülen, acusado por Erdogan de haber orquestado el intento de golpe.
A principios de febrero, es decir, un año y medio después de su muerte, la mujer de Açikkollu recibió la orden del ministerio de Educación que lo eximía de toda responsabilidad y lo reincorporaba al cargo.
El caso de este profesor de historia es uno dentro de tantos que fueron acusados por el régimen de Erdogan sin ningún tipo de prueba en su contra. Muchos de ellos terminaron muertos.
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