A pesar del cese al fuego acordado por la comunidad internacional, los bombardeos sobre Guta Oriental, el bastión rebelde en la periferia de Damasco donde han muerto más de 600 personas en diez días y unas 1.123 personas necesitan urgentemente ser evacuadas, persisten y una ONG denunció este jueves que el régimen sirio realizó al menos cinco ataques con gas cloro.
El presidente de Unión de Atención Médica y Organizaciones de Socorro (UOSSM), Ghanem Tayara, señaló en un encuentro con medios que "gas cloro está siendo definitivamente utilizado" en Guta Oriental, pues aseguró que ha habido "entre cinco y seis" ataques con este arma, que afecta las vías respiratorias, "en los últimos cuatro o cinco meses".
El secretario general de la UOSSM y presidente de la rama suiza de la ONG, Tawfik Chamaa, señaló a su vez que la resolución 2401 aprobada por la ONU para implantar una pausa humanitaria de al menos 30 días en Siria y especialmente en Guta Oriental, "está siendo ignorada completamente".
Según dijo, tras la adopción de la resolución han fallecido más de 90 personas en Guta Oriental, donde el Ejército sirio está llevando acabo una ofensiva militar desde el pasado 18 de febrero, pero que lleva asediada ya cuatro años.
Rusia ha promovido una pausa humanitaria de cinco horas diarias en Guta Oriental, desde las 09:00 a las 14:00 hora local (07:00 y 12:00 hora GMT), pero según la ONG médica con ello Moscú solo "legitima así la muerte de los sirios después de las 14:00 horas".
Chamaa afirmó, además, que el corredor humanitario habilitado para permitir la salida de civiles que lo deseen no funciona porque "no es seguro", y las autoridades rusas y sirias indican que está siendo objeto de ataques por parte de organizaciones terroristas.
Según dijo, los bombardeos proceden no obstante de "fuera de Guta", donde se encuentra el régimen sirio del presidente Bashar al Assad.
Además sostuvo que las cinco horas de pausa son "cínicas", porque aunque los sirios quisieran abandonar Guta Oriental "no tendrían a dónde ir o dónde buscar ayuda".
"Han abierto un corredor pero sólo permiten a la gente salir de Guta pero no la entrada de ayuda", señaló, y advirtió de una catástrofe cuatro veces mayor que la que se produjo en Alepo, pues en Guta hay 400.000 sirios que necesitan asistencia.
"Necesitamos observadores internacionales que sean aceptadas por ambas partes. De lo contrario seguirán muriendo civiles", recalcó Chamaa.
Según la ONG, 29 centros de salud han quedado afectados por bombardeos en Guta Oriental y están fuera de servicio desde la adopción de la resolución de la ONU y desde entonces también se han bombardeado dos hospitales.
"En toda Guta hay aún 20 instalaciones médicas parcialmente funcionando, pero faltan medicinas y material quirúrgico, y no hay cuidado intensivo por la falta de electricidad", indicó Chamaa.
"La situación es desesperada. El número de evacuaciones médicas necesarias [tanto por heridas por el bombardeo como por casos de cáncer y enfermedades crónicas] asciende a casi 1.123 y la cifra aumenta y aumenta", dijo.
Por su parte, Tayara dijo que se han registrado 275 amputaciones, pero la mayoría podría haberse evitado con la atención médica adecuada y los instrumentos quirúrgicos propios.
En Guta Oriental hay entre 15 y 20 cirujanos aún, pero algunos se encuentran todavía en el periodo de formación y faltan expertos experimentados como cirujanos vasculares.
Chamaa dijo además que aún si entrase la ayuda humanitaria en Guta, no está seguro que llegue todo el material vital a los sirios necesitados, pues la experiencia de la ONG es que el régimen "filtra" todo el envío en los puntos de control y "desaparecen" suministros médicos esenciales para salvar vidas.
Con información de EFE
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