Israel suspendió el martes las medidas fiscales y de otro tipo que condujeron al cierre por parte de líderes religiosos de la Iglesia del Santo Sepulcro, donde está la tumba de Jesucristo según la tradición cristiana.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu anunció en un comunicado la suspensión de esas medidas.
La municipalidad de Jerusalén deseaba hacer pagar a las iglesias cristianas impuestos sobre sus propiedades que no fueran lugares de culto y que generaran ingresos.
Las principales Iglesias cristianas en Jerusalén cerraron desde el domingo el Santo Sepulcro, el lugar más sagrado del cristianismo, en una medida sin precedentes en protesta por las medidas de Israel que consideraron un "ataque contra la presencia cristiana en Tierra Santa".
Cristianos de las principales confesiones (católica, greco-ortodoxa y armenia) acudieron el domingo a las afueras de la iglesia, en la ciudadela amurallada, donde sus líderes leyeron un escrito de protesta tras el cierre de sus puertas.
Poco antes, atónitos turistas y peregrinos eran sorprendidos con la exigencia de salir del templo que cobija los lugares de la crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
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