Los nuevos estudiantes de las principales universidades australianas son sometidos a violentas "novatadas", según un informe publicado el lunes que propone criminalizar los rituales de este tipo para proteger a las víctimas de lesiones o muertes.
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El informe "Zona Roja" (Red Zone) del grupo activista Acabar con la Violación en el Campus (End Rape on Campus) investigó las "novatadas" realizadas a los ingresantes de 12 universidades australianas durante la semana de orientación que precede al comienzo de las clases regulares.
Los resultados de la investigación fueron preocupantes. "Las tasas de novatadas y agresiones sexuales en las universidades de Australia son increíblemente altas", dijo la coautora del estudio, Anna Hush, quien detalló que algunos de los rituales que continúan practicándose han sido sostenidos en el tiempo durante décadas.
"Es una cultura que se perpetúa a sí misma, porque las mismas personas que experimentan novatadas u hostigamiento proceden a cometerlos cuando son estudiantes mayores", dijo Hush.
Para los autores de la investigación, la solución al persistente problema es la penalización de los rituales de novatadas "que requieren que un individuo se someta a cualquier acto que pueda causar peligro corporal o castigo físico a cualquier estudiante o persona".
En el escrito de 162 páginas, los investigadores detallaron los supuestos incidentes de acoso y agresión que padecen algunos estudiantes en Australia.
En el caso más extremo, se advierte que algunos alumnos masculinos fueron forzados a masturbarse y eyacular en los frascos de champú de mujeres residentes en una facultad de la Universidad de Sydney.
Otras crónicas incluyen el consumo de peces dorados vivos o frotar heces en las paredes de las áreas públicas del instituto.
El vicerrector de la Universidad de Sydney, Michael Spence, dijo que nadie podría leer el informe "sin estar horrorizado".
"Esto es profundamente preocupante, una cultura arraigada desde hace mucho tiempo", dijo Spence a la emisora de radio ABC.
El vicerrector agregó que la universidad está trabajando en la implementación de una serie de recomendaciones presentadas el año pasado por la ex comisionada australiana de discriminación sexual, Elizabeth Broderick.
Broderick llevó a cabo una inspección de 18 meses de la cultura universitaria tras una serie de denuncias de novatadas agravadas y fue responsable de asesorar a la Policía Federal Australiana y a la academia de defensa sobre asuntos similares.
El informe en cuestión se publicó tras un estudio nacional publicado en agosto que afirmaba que más de la mitad de los estudiantes universitarios en el país fueron acosados sexualmente en 2016 y que el 7% de ellos fueron agredidos al menos en una ocasión.
Por lo pronto, los autores reclamaron la creación de un equipo gubernamental encargado de investigar el acoso y la agresión sexual en las universidades.
"Lo que hemos visto en los últimos dos años es un mayor escrutinio de las universidades debido a los medios de comunicación y a la gente que ha expresado estas experiencias", dijo Hush.
"Lo que ha cambiado ahora es que hay un grado significativo de presión pública sobre las universidades para que tomen medidas y para que otras instituciones intervengan en las actividades universitarias", añadió.
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