El Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos denunció este lunes los "mataderos prolíficos de seres humanos" en Siria, en la República Democrática del Congo, en Burundi, Yemen y Birmania.
Especialmente, la región de Gutal Oriental, un enclave rebelde en las afueras de la capital siria, se encuentra desde hace una semana bajo un fuerte bombardeo aéreo del gobierno del presidente Bashar al Assad, junto a sus aliados rusos, que ha provocado cientos de muertos y miles de heridos.
Por otro lado, este lunes 25 civiles murieron también en la provincia de Deir Ezzor, al este del país, en un ataque aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos contra bolsones de resistencia del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés), según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Estos conflictos "se han convertido en los mataderos de seres humanos más prolíficos de la época reciente porque no hicimos lo suficiente, de manera temprana y colectiva, para evitar estos horrores", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein ante el Consejo de Derechos Humanos reunido en Ginebra, según consignó la agencia AFP.
"Guta Oriental y las otras áreas asediadas en Siria, Ituri y Kasais en la República Democrática del Congo, Taiz en Yemen, Burundi, Rakaín (Myanmar)", son las regiones enumeradas por al Hussein para indicar la locación exacta de estos centros de violencia.
Siria se encuentra aún inmersa en una despiadada guerra civil que comenzó en 2011 con el levantamiento de varias ciudades contra el régimen de Al Assad, y derivó en un complejo conflicto sectario con múltiples bandos y el apoyo cruzado de las principales potencias el mundo.
Se estima más de 300 mil personas han muerto y millones resultaron desplazadas por el conflicto, que actualmente sigue con mayor fuerza en Guta Oriental, enfrentando a rebeldes contra el gobierno; en Deir Ezzor, donde milicias apoyadas por la coalición que lidera Estados Unidos combaten contra remanentes del ISIS; y en Afrin, donde fuerzas kurdas enfrentan una invasión turca.
A raíz de la masacre reciente la ONU finalmente logró dictar un cese al fuego en Guta Oriental y otras regiones del país, aunque su implementación sigue siendo difícil.
Yemen, por su parte, se encuentra también en medio de una guerra civil entre los rebeldes hutíes, que tomaron la capital Saná en 2015, y las fuerzas del presidente Abd Rabbuh Mansur Al Hadi, apoyado por Arabia Saudita. Se reportan hasta la fecha miles de muertos y el peligro de una crisis humanitaria en uno de los países más pobres del mundo árabe.
En tanto Burundi se encuentra atravesando una crisis política desde 2015, cuando el presidente Pierre Nkurunziza anunció que buscaría postularse a un tercer período y dio inicio a una ola de protestas y revueltas violentas en todo el país a las que respondió con represión, torturas, desapariciones y violaciones a los derechos humanos.
En consecuencia el país vive su propia crisis de refugiados que intentan escapar de esta crisis.
Una situación similar ocurre en la República Democrática del Congo, que estuvo agitada por una serie de protestas masivas en 2o15 contra el presidente Joseph Kabila, lo que ha fortalecido a diferentes movimientos, guerrillas y grupos armados que buscan beneficiarse con el oro, los diamantes y el cobalto.
Sumado a fuertes tensiones étnicas y conflictos entre tribus rivales, se han dado situaciones de violaciones de los derechos humanos y abuso generalizado contra la población civil.
Finalmente la región de Rakaín, en Myanmar, ha visto la matanza de miles de miembros de la minoría musulmana rohingya por parte del ejército y la población mayoritaria budista, en medio de un conflicto entre el gobierno y grupos insurgentes en la frontera con Bangladesh.
LEA MÁS: