La canciller alemana, Angela Merkel, tratará de rejuvenecer a su próximo gobierno e incorporará en ese equipo a la crítica interna a su línea, en un intento por calmar las voces del bloque conservador que le exigen un giro derechista.
Jens Spahn, de 37 años y el menos dócil entre quienes reclaman a la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) un perfil más conservador, será previsiblemente el nuevo ministro de Sanidad, de acuerdo a la lista de futuros ministros designados presentada el domingo por Merkel, tras la reunión de la ejecutiva de su partido.
Sólo dos de los ministros actuales de la CDU repetirán -la de Defensa, Ursula von der Leyen, que seguirá en ese cargo, mientras que otro leal a Merkel, Peter Altmaier, dejará su puesto en el Ministerio de la Cancillería para ocupar Economía.
Los restantes ministerios de la CDU -seis en total- serán para rostros nuevos, como la vicepresidenta del partido, Julia Klöckner, al frente de Agricultura, así como Helge Braun, en el Ministerio de la Cancillería, y Anja Karliczek, en Educación e Investigación, éstos dos últimos prácticos desconocidos para el ciudadano común.
"Elegir significa a veces hacer renuncias dolorosas", admitió la líder de la CDU, para extenderse en el caso de Thomas de Maizière, hasta ahora titular de Interior y persona de máxima confianza para Merkel, con una larga trayectoria política compartida.
Interior no corresponderá ya a la CDU, sino a su hermanada Unión Socialcristiana bávara (CSU), que pretende dar un sello propio al departamento e impulsar una política migratoria más restrictiva.
No habrá, por parte de la CDU, ningún ministro originario del este alemán, territorio donde creció la canciller, un vacío que puede acarrearle problemas en medio de la efervescencia en esa mitad del país de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Merkel había avanzado que en la designación de los nuevos ministros iba a buscar una combinación entre personas con experiencia y nuevas incorporaciones, así como un equilibrio entre las distintas corrientes de su formación.
Lograr esa composición "no ha sido fácil", admitió la líder de la CDU, partido que deberá aprobar mañana en un congreso extraordinario el pacto de Gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD).
A los delegados de la CDU se someterá asimismo la elección como secretaria general de Annegret Kramp-Karrenbauer, jefa del gobierno del "Land" del Sarre (oeste), considerada la posible sucesora de Merkel al frente de la CDU.
A Kramp-Karrenbauer se la apoda la "Mini Merkel" o la "Merkel II" por el alto grado de afinidad personal y política entre ambas y porque su elección se interpreta como un paso para marcar la sucesión de la líder, al frente de la CDU desde 2000.
Mientras la CDU prepara su congreso, la cúpula del SPD ha redoblado estos días su campaña entre la militancia a favor del sí a otra gran coalición para posibilitar la formación de un nuevo gobierno, cinco meses después de las últimas elecciones generales.
Tanto la jefa de su grupo parlamentario, Andrea Nahles, quien se someterá a su elección como líder del SPD en abril, como su presidente en funciones, Olaf Scholz, han mantenido varias reuniones con los militantes para pedir la aprobación al pacto de gobierno.
Los 463.723 afiliados del SPD están convocados a una consulta sobre el pacto de Gobierno, de carácter vinculante, cuyo resultado se dará a conocer el próximo domingo, día 4.
De esa consulta depende tanto el futuro político de Nahles como el de Merkel, que precisa el sí de las bases socialdemócrata para asegurarse una mayoría sólida para un cuarto mandato.
A la campaña por el sí de la cúpula del SPD se enfrenta el líder de sus juventudes (los "Jusos"), Kevin Kühnert, que considera que el partido debe regenerarse en la oposición.
Según una encuesta del pasado viernes, de celebrarse ahora nuevas elecciones el bloque conservador de Merkel obtendría un 34 % de los votos -un punto más que en las generales del 24 de septiembre.
Al SPD se le pronostica un 17 %, tras haberse hundido en su mínimo histórico en los pasados comicios -un 20,5 %-.
Ese porcentaje le dejaría apenas tres puntos por encima de la ultraderechista AfD, a la que ahora se pronostica un 14 %, frente al 12,6 % obtenido en las generales.
El SPD no anunciará el nombre de sus ministros -seis, entre ellos Exteriores, Finanzas y Trabajo- hasta pasada la consulta, lo mismo que la CSU bávara, a la que corresponderán tres ministros.
(Con información de EFE)
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