Una importante multinacional farmacéutica quedó acusada de ser la principal protagonista del mayor escándalo de corrupción en Grecia, un caso que involucra a dos ex premiers y otros destacados políticos del país.
El caso recuerda al esquema utilizado por la empresa Odebrecht en Brasil (y que alcanzó a otros países de América Latina): los investigadores creen que Novartis cobró sobreprecios al Estado griego durante casi diez años (2006-2015) tras sobornar a varios políticos, un perjuicio para los contribuyentes estimado en 3.700 millones de dólares.
En total, se cree que prácticas similares en el sector sanitario griego habrían costado 28.000 millones de dólares de dinero público entre 2000 y 2015.
En Grecia, sólo el Parlamento está habilitado para investigar a exministros por actos cometidos durante su mandado. Se espera que la Asamblea apruebe la propuesta del primer ministro, Alexis Tsipras, para elaborar una amplia pesquisa sobre el supuesto cohecho.
"El gobierno no abandonará la reclamación de los fondos de los que Novartis privó al pueblo griego", dijo Tsipras ante los diputados. "Usaremos todo el poder de las leyes nacionales e internacionales para recuperar el dinero robado al pueblo griego, hasta el último euro", aseguró. En ese sentido, el gobierno reclamará millones de dólares a la farmacéutica.
Dos ex primeros ministros y ocho ex ministros fueron citados por testigos protegidos del caso por haber presuntamente aprobado los contratos de Novartis a precios excesivos a cambio de sobornos. En reacción, el conservador Antonis Samaras, gobernante entre 2012 y 2015, demandó a Tsipras, su viceprimer ministro y a tres procuradores por abuso de poder, difamación, incumplimiento del deber y perjurio.
Entre los otros funcionarios involucrados en el escándalo figuran el gobernador del Banco de Grecia Yannis Stournaras, el comisionado de Asuntos del Interior de la Unión Europea Dimitris Avramopoulos y el ex premier interino Panagiotos Pikramenos. Todos han negado haber cometido alguna acción ilegal.
A su vez, la compañía, con sede central en Suiza y cerca de 80 mil empleados a nivel mundial, aseguró en un comunicado estar "al corriente de la información de prensa sobre nuestras prácticas empresariales" en Grecia, y dijo que está cooperando con las autoridades.
Por su parte, el ministro de Justicia griego, Stavros Kontonis, dijo el año pasado que Novartis sobornó a "miles" de médicos y funcionarios en Grecia para promocionar sus productos. También acusó a la farmacéutica de continuar vendiendo medicinas a "sobreprecio", incluso después de que el país entrará en 2010 en una profunda crisis económica.
En 2014, Novartis fue investigada por las autoridades de Estados Unidos por pagar sobornos para aumentar su ventas de medicamentos, y fue multado con 390 millones de dólares por el Departamento de Justicia estadounidense.
En marzo de 2017, la farmacéutica también pagó 25 millones de dólares en un caso que implicaba a su filial en China.
(Con información de AFP y AP)
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