El ministerio de Relaciones de Exteriores de Rusia informó este jueves que cinco de sus ciudadanos que no pertenecen a las fuerzas armadas habrían muerto y varios más habrían resultado heridos la semana pasada en bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos en Siria.
Es la primera vez que la diplomacia rusa reconoce bajas no militares en Siria, tratándose en este caso de presuntos mercenarios cuya presencia en el país había antes negado.
"Según las informaciones preliminares, se puede hablar de la muerte de cinco personas, 'a priori' ciudadanos rusos. Otros están heridos. Todo esto tiene que ser verificado, sobre todo sus nacionalidades", anunció ante la prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, quien añadió: "No se trata de soldados rusos".
La semana pasada más de 100 miembros de las fuerzas leales al régimen sirio del presidente Bashar al Assad murieron en bombardeos por "legítima defensa" de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos, según había anunciado en ese entonces un responsable militar estadounidense.
La operación, que se prolongó hasta la madrugada del jueves, fue provocada por un ataque de las tropas de Damasco contra posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, en inglés), la milicia encabezada por los kurdos que cuenta con el apoyo de Washington, en la provincia siria de Deir Ezzor.
Tras este ataque, el ministerio de Defensa ruso aseguró que no había "ningún militar en Deir Ezzor", pero el lunes comenzaron a surgir reportes de varios ciudadanos de Rusia presuntamente empleados como mercenarios que podrían haber muerto en el ataque.
Estos "contratistas", como se los suele nombrar,serían parte de la compañía de seguridad Grupo Wagner, que tiene su base en la la región de Krasnodar, en el sur de Rusia. Pero también se cree que existen grupo paramilitares y nacionalistas de "voluntarios" ruso combatiendo en Siria con motivaciones desconocidas.
Con información de AFP
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