"Aunque la guerra entre grandes potencias no es inevitable, las grandes potencias militares como Rusia, los Estados Unidos y China se están preparando para la posibilidad de un conflicto", advirtió el director general del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en inglés), John Chipman.
Con esta introducción, el IISS presentó su análisis anual sobre las capacidades militares y la economía de defensa de 171 países, que este año acentúa el crecimiento militar de China y remarca el riesgo que supone para la hegemonía estadounidense.
El IISS es una organización independiente sin ánimo de lucro que utiliza el análisis del equipamiento militar de diferentes países para establecer tendencias de defensa en el plano de las relaciones internacionales.
Los resultados de los investigadores este año destacaron el desarrollo en China de aviones furtivos y de misiles de ataque aéreo (AAM, por sus siglas en inglés) que podrían estar listos para 2020, tal y como había planeado el Gobierno de Xi Jinping.
Si fuera así, apuntó Chipman a los periodistas, el gigante asiático podría arrebatar el monopolio estadounidense en este tipo de aeronaves militares y convertirse en uno de los pocos países del mundo con misiles AAM.
Además, los expertos del IISS destacaron que solo en los últimos cuatro años, China ha producido un tonelaje de buques y auxiliares de guerra significativamente superior al tonelaje total de la armada francesa a día de hoy, lo que refleja que el incremento de la capacidad militar china no se limita a su ejército aéreo.
A pesar de estas cifras, durante la rueda de prensa, la subdirectora del Instituto, Kori Schake, indicó que la supremacía china "no es inevitable, y dependerá tanto de las decisiones del Gobierno chino como de las de los EEUU".
También destacó que, para mantener su posición hegemónica, los Estados Unidos deberán "tener los buenos modales de jugar en equipo" y apoyarse en sus aliados, lo que representa un guiño a la política aislacionista defendida por el Gobierno del presidente Donald Trump.
Rusia, el otro desafío
Por otro lado, Chipman aludió a la situación de Rusia, que ya destacó en el informe del año pasado, como el otro reto al que se enfrenta Occidente, aunque apostilló que la remilitarización del país está creciendo a un ritmo más bajo del esperado debido a sus limitaciones económicas e industriales.
A pesar de estos problemas, Moscú sigue demostrando su disposición a usar sus fuerzas defensivas tanto dentro de las fronteras rusas como en el exterior, advirtió.
"Al contrario que China, Rusia está beneficiándose directamente de una aplicación real de sus capacidades militares a la par que desarrolla sus planes armamentísticos", apostilló Chipman.
Por encima de sus acciones armadas, el informe destaca la influencia de Rusia en el panorama internacional a través de campañas no militarizadas, como su propaganda contra Occidente o su posible influencia en elecciones democráticas en los EEUU y Europa.
Venezuela, eje de preocupaciones en América Latina
En cuanto a América Latina, el informe del IISS apunta que las crisis política, económica y social de Venezuela bajo el régimen chavista ha resaltado no solo el rol de las fuerzas armadas y las milicias, sino, también, las tensiones con países vecinos.
La institución destacó los movimientos militares que ha realizado el régimen de Nicolás Maduro y la preocupación que se cierne sobre Colombia y Guyana ante la posibilidad de que se desate una crisis humanitaria a gran escala. En ese sentido, indicaron que estos temores se suban a los más habituales de la región, como el narcotráfico, el crimen organizado y la asistencia para zonas de desastres naturales.
Según resaltó el IISS, el gobierno colombiano ha manifestado su preocupación por la militarización de la sociedad venezolana, impulsada por los aumentos de personal de la Guardia Bolivariana. No obstante, también apuntaron que el gobierno de Juan Manuel Santos se distanció de los comentarios de Donald Trump cuando este afirmó que no descartaba una intervención militar en el país petrolero.