El ministro holandés de Relaciones Exteriores, Halbe Zijlstra, dimitió el martes tras admitir ante la cámara baja del parlamento que mintió al asegurar que había asistido a un encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin.
"No veo otra opción salvo presentar mi dimisión" dijo visiblemente emocionado, para atajar la creciente polémica sobre ese encuentro con el jefe de Estado ruso.
Zijlstra llevaba en su cargo tan solo cuatro meses, y su drástica decisión se produce apenas horas antes de un viaje a Moscú, donde debía reunirse con el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Zijlstra aseguró en 2016 que había asistido a un encuentro de varias personas con Putin en Moscú, una década antes, e incluso reportó declaraciones del mandatario ruso.
Pero su presunta presencia en ese encuentro era falsa, según informó el diario Volkskrant el lunes.
"Es de lejos el peor error que he hecho en mi carrera" admitió compungido el canciller dimisionario ante los diputados.
Zijlstra era apenas un consultor de la petrolera Shell, y su nombramiento reen octubre pasado, producto de negociaciones de una frágil coalición gubernamental en el poder en Holanda, provocó sorpresa en el escenario político de ese país.
Zijlstra presumió de ese encuentro con Putin e incluso explicó que el mandatario ruso se había referido a su sueño de recrear una "Gran Rusia". El entonces consultor dijo que había asistido como un simple asistente.
Pero el periódico demostró que en realidad asistentes de Zijlstra inventaron esa historia para hacerle ganar "galones" diplomáticos a su jefe.
No a la moción de censura contra el primer ministro
Por su parte, los diputados holandeses rechazaron este martes por amplia mayoría una moción de censura contra el primer ministro Mark Rutte, presentada luego de la dimisión de Zijlstra.
La moción, presentada por el diputado Geert Wilders del Partido de la Libertad (PVV), fue rechazada por 101 votos contra 43. El texto consideraba "inaceptable" que el primer ministro, al frente de una coalición muy frágil, no haya informado a los diputados del escándalo provocado por su ministro de Relaciones Exteriores.
Mark Rutte fue criticado por no haber reaccionado inmediatamente tras enterarse de la mentira de su ministro hace tres semanas.
"Fue un error de mi parte", admitió Rutte.
Con información de AFP
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