La postal se repite adonde sea que uno vaya, independientemente de las coordenadas geográficas que definan nuestro lugar de residencia en el mundo. Millones de personas viven cada vez más enfocadas en su "vida paralela" dentro del universo de las redes sociales, pero luchan por entablar relaciones reales y profundas con aquellos a su alrededor, en el plano terrenal.
Ya sea en el ámbito de la intimidad, el laboral o los espacios donde elegimos generar vínculos a nivel social, resulta obvia la influencia de la tecnología y sobre todo de las plataformas nacidas con la supuesta promesa de "conectar al mundo" pero que en realidad estarían aislando cada vez más a las personas, confinándolas al desolado espacio virtual delimitado por las cada vez más adictivas y brillantes pantallas de los teléfonos inteligentes.
En las últimas décadas los investigadores han descubierto que la soledad puede llegar a ser físicamente dolorosa si no es tratada como merece, además de que podría llevar a sufrir consecuencias medicas graves como enfermedades del corazón, cáncer, depresión, diabetes y suicidio.
En un mundo donde reinan las apariencias por sobre la sustancia, la preocupación inagotable por compartir con el círculo cercano, y en muchos casos con completos desconocidos, una vida perfecta marcada por el éxito laboral, romántico y principalmente estético; sumado al comportamiento excesivamente narcisista que marca a las nuevas generaciones, podría estar llevando a conductas tóxicas mediante las cuales el aislamiento alimentado por un egocentrismo nutrido por likes y shares conduciría a una realidad actual por demás solitaria.
Mucho se ha hablado últimamente de los Millenials: que son la generación menos auténtica en la historia del hombre, que tienen menos amigos cercanos, le dan poca importancia a las relaciones sexuales, sufren en mayor medida de depresión y ansiedad, no logran encontrar satisfacción a nivel laboral y a la vez luchan por independizarse del seno familiar, son extremadamente perfeccionistas y otras críticas de diversa índole, algunas con mayor sustento empírico que otras.
Pero si hay un factor moderno que preocupa a los expertos en salud pública es el aislamiento y una creciente tendencia mundial hacia la soledad. Sin ir más lejos y como parte de una iniciativa que parece tomada prestada de un episodio de Black Mirror, Gran Bretaña acaba de nombrar por primera vez en su historia a un "Ministro para la Soledad", algo que la líder del Partido Conservador británico Theresa May destacó como necesario teniendo en cuenta "la triste realidad de la vida moderna".
El gobierno británico designó a Tracey Crouch para la inusual posición, con el objetivo de afrontar lo que definieron como una de las grandes amenazas modernas a la salud pública, asociada al aislamiento social. La decisión fue tomada luego de que una investigación arrojara que una de cada diez personas se siente sola "siempre o de forma recurrente" y que cientos de miles de personas de la tercera edad aseguraron no haber hablado con un amigo o familiar durante el lapso de un mes.
Independientemente de que el título oficial de Crouch en realidad sea "Ministro para Deporte y la Sociedad Civil", NBC News destacó el hecho de que una de sus funciones principales estará centrada en diseñar una estrategia nacional que ayude a enfrentar el aislamiento en todas las franjas etarias, además de medir la alienación a través de la realización de estadísticas oficiales.
"Sabemos que existe un impacto real sobre las personas generado por el aislamiento social y la soledad, tanto en su bienestar físico como mental" compartió Crouch a NBC. Por su parte Vivek Murthy, ex Directora General de Salud Pública los EE.UU. vinculó a los efectos de la soledad con el equivalente a fumar 15 cigarrillos por día
Un censo reciente liderado por la Asociación Americana de Psicología reveló que más de un cuarto de los norteamericanos viven solos, más de la mitad de la población no se ha casado mientras que, tanto la tasa de nacimientos como de uniones matrimoniales, ha ido decayendo durante los últimos años. El estudio vinculó la soledad con una menor expectativa de vida además de asociar la falta de compañía con el aumento de los índices de obesidad.
Eric Klinenberg, profesor de sociología de la universidad de Nueva York, es el autor de "Soy solo: el extraordinario auge y sorprendente atractivo de vivir a solas" y asegura que independientemente de que la desconexión social es un tema serio, cree que no es acertado hablar de una amenaza a la salud pública.
El catedrático destaca de cualquier manera que las sociedades modernas alrededor del mundo han "adoptado la cultura del individualismo" gracias en parte a las políticas sociales neoliberales que han llevado al declive de sindicatos, organizaciones barriales, grupos religiosos y otras "fuentes tradicionales de solidaridad social".
Klinenberg también señaló el rol de la tecnología y de las redes sociales. "Hace una década, compañías como Facebook, Apple y Google prometieron que sus productos ayudarían a crear relaciones significativas y comunitarias. En cambio, hemos utilizado el sistema de redes para generar una mayor grieta, tanto a nivel individual como grupal" compartió en su columna para el periódico The New York Times.
El autor destaca que si bien, la persona promedio hoy día puede presumir tener miles de "amigos y seguidores" en plataformas como Facebook e Instagram, cuando se trata de relaciones humanas "no existe sustituto a construirlas a la antigua, de manera personal".
El experto recomienda no sobrevalorar la problemática, haciendo referencia a la afirmación del gobierno británico de que absolutamente todos, jóvenes o ancianos, están en riesgo de sufrir los efectos de la soledad. "No creo que vivamos una epidemia de soledad, pero millones de personas hoy viven desconectadas socialmente" sentenció Klinenberg.
LEA MÁS:
Donald Trump cuestionó la oleada de denuncias de abusos a mujeres