El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aseguró este domingo que los ataques aéreos lanzados en la víspera contra blancos en Siria dieron un "duro golpe" a las fuerzas de Irán y del régimen de Bashar al Assad.
"Dejamos en claro a todos que nuestro protocolo de acción no cambiará de ninguna manera. Seguiremos haciendo daño a cualquiera que intente dañarnos. Esta es nuestra política y seguirá siendo nuestra política", dijo Netanyahu al inicio de una reunión de gabinete, según informó la agencia AFP.
"Inflingimos un duro golpe a las fuerzas de Irán y Siria", agregó.
El sábado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) derribaron un drone iraní que se había infiltrado en su territorio desde base en Siria, donde Tehran, aliada del régimen, mantiene tropas.
Tiempo después las FDI lanzaron un ataque aéreo sobre diferentes blancos alrededor de la ciudad de Palmira, donde se cree que están asentados los operadores de los aviones no tripulados persas.
Se trató de una de las operaciones militares más grandes encaradas por Israel contra Siria desde la guerra de 1982.
Además, uno de los F-16 que participó del ataque fue derribado por baterías antiaéreas sirias mientras retornaba a su base, la primera pérdida en combate de una aeronave israelí en los últimos 30 años, de acuerdo a Haaretz. Los dos pilotos se eyectaron y uno de ellos se encontraba en grave estado, y las FDI respondieron con nuevos ataques.
Esta fuerte escalada militar entre Israel e Irán, rivales históricos, ha generado un aumento de tensiones en la región mientras Siria se aproxima al séptimo año de su brutal guerra civil.
Al respecto Estados Unidos expresó el sábado su apoyo "al derecho soberano de Israel a defenderse" y rechazó las "actividades malignas" de Irán. "Pone a todo el mundo en la región, desde Yemen a Líbano, en riesgo", dijo la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert.
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