Las principales bolsas asiáticas caían este martes, siguiendo el ejemplo de Wall Street, donde los inversores parecen haber entrado en pánico tras varios meses de euforia bursátil.
En el parqué de Tokio, el índice Nikkei 225 de los principales valores cedía más de un 6%, un hecho inédito desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que provocó breves sobresaltos en los mercados.
En el resto de la región, Hong Kong perdió un 5,12%, mientras en China continental, la bolsa de Shanghai, principal plaza bursátil de China continental, cerró con una fuerte baja de 3,35% este martes, siguiendo la tendencia de Tokio y de Wall Street.
Por su parte, la bolsa de Shenzhen, la segunda en importancia, registró una baja de 4,44%.
El índice compuesto de la bolsa de Shanghai perdió 116,85 puntos, a 3.370,65 puntos.
El de Shenzhen, por su parte, cayó 80,21 puntos, a 1.726,09 puntos.
El año 2018 había empezado bien para las bolsas mundiales, especialmente en Wall Street, que encadenó los récords durante semanas. Pero, el viernes, la publicación del informe mensual sobre el empleo en los Estados Unidos cambió repentinamente la situación.
El documento, que contiene una buena noticia para la economía estadounidense con el anuncio significativo de los salarios en enero, ha tenido un efecto devastador en los mercados al despertar el temor a un crecimiento de la inflación y, por tanto, un aumento de los tipos de interés más rápido de lo previsto en el país norteamericano.
A raíz de la publicación de ese informe, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se disparó y Wall Street se desplomó.
El lunes, las pérdidas aumentaron y el índice Dow Jones cedió cerca de 1.600 puntos, antes de recuperarse parcialmente y cerrar con una caída del 4,60%.
"Los inversores están convencidos de que regresa la inflación y que los tipos de interés subirán más de lo que se había anticipado", explicó Stephen Innes, responsable de las transacciones Asia-Pacífico en Oanda.
Los inversores, que se alejan de las acciones, más arriesgadas que las obligaciones, se refugiaban este martes en el yen, un valor apreciado en los períodos de incertidumbre.
"Sorpresa"
Tras un inicio de año de euforia en los mercados, con una serie de récords en Wall Street y el Nikkei en su nivel más alto en 26 años, "esta nueva caída es una sorpresa", comentó el analista Toshihiko Matsuno, de SMBC Nikko Securities, a la AFP.
Los mercados entran ahora "en una fase de corrección", añadió Matsuno.
El índice Nikkei cedió más del 10% respecto a su máximo alcanzado el 23 de enero, y el Dow Jones llegó a perder más del 10% el lunes en comparación con su récord del 26 de enero.
Las bolsas europeas, que ya registraron malos resultados el lunes, podrían vivir una nueva jornada complicada este martes, sin ceder al mismo pánico que en Asia donde, según Innes, "los parqués tienden a sobreactuar".
Mientras, el bitcoin, otro activo arriesgado del que se alejan los inversores, seguía cayendo tras semanas de fuertes retrocesos. Este martes, la moneda virtual quedó por debajo de los 6.400 dólares después de haber alcanzado los 20.000 dólares en diciembre.
Los observadores guardaban la calma, a pesar de esas impresionantes caídas. "Ha llegado el momento de una corrección", opinó Innes, que no ve señales de un crac bursátil pese a los batacazos en Wall Street y en Asia.
"Creemos que es una corrección sana y al mismo tiempo efímera", abundó Peter Garnry, analista de Saxo Bank.
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