Salah Abdeslam, único miembro con vida de los comandos yihadistas que atacaron París en noviembre de 2015, comparece desde este lunes ante un tribunal de Bruselas por su presunta participación en un tiroteo en 2016 en Bélgica que puso fin a su huida.
El juicio comenzó poco antes de las 09:00 (08:00 GMT) en el Palacio de Justicia de Bruselas, adonde llegó cuatro horas después de salir de la prisión de Fleury-Mérogis, al sur de París, en un convoy policial escoltado por unidades de élite, indicó a la AFP una fuente próxima al caso.
Aunque este proceso juzgará el tiroteo ocurrido en la localidad de Forest en marzo de 2016, se ve como un preámbulo del que tendrá lugar en Francia por los atentados de París que dejaron 130 muertos. Además, la expectación se centra en saber si romperá el silencio que ha guardado hasta el momento en Francia.
"El derecho al silencio es un derecho importante y, por ahora, nada indica que será la posición del acusado", dijo ante la prensa poco antes del inicio de la audiencia el presidente del tribunal, Luc Hennar, quien advirtió que "al mínimo problema" evacuará la sala.
Las autoridades pusieron en marcha un importante dispositivo de seguridad tanto dentro como alrededor del Palacio de Justicia. Un helicóptero sobrevuela el imponente edificio del siglo XIX con un proyector y militares armados se encontraban en las inmediaciones.
Abdeslam, un francés de origen marroquí de 28 años, que creció y se radicalizó en la popular localidad bruselense de Molenbeek, acabó formando parte de una célula yihadista implicada en al menos tres sonoras operaciones en los últimos años.
Los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, del 22 de marzo de 2016 en Bruselas (32 muertos) y el malogrado ataque en un tren entre Ámsterdam y París en agosto de 2015 responden "quizás a una única operación" de la organización Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), según la fiscalía federal belga.
Los hechos por los que se juzgará a Abdeslam entre el lunes y el viernes, con un día de descanso el miércoles, se remontan al 15 de marzo de 2016.
Aquel día, investigadores franceses y belgas fueron sorprendidos por disparos durante un registro rutinario en uno de los refugios de la célula en Forest.
Tres policías resultaron heridos, y un yihadista de origen argelino de 35 años, Mohamed Belkaid, falleció al enfrentarse con los agentes para cubrir la huida de Abdeslam y de un cómplice, Sofiane Ayari, un tunecino de 24 años, a quien la Justicia también juzgará a partir del lunes en Bruselas.
Detonante del 22 de marzo
Ambos yihadistas fueron detenidos tres días después, el 18 de marzo, en Molenbeek, una detención que, según los investigadores, representa el detonante de los atentados del 22 de marzo, cuando tres atacantes suicidas se hicieron explotar en el aeropuerto y en el metro de la capital belga.
V-Europe, una asociación de víctimas creada en Bélgica tras esos ataques, acaba de reclamar ser parte civil en el juicio.
Para su abogado, Guillaume Lys, "el tiroteo de la calle Dries [de Forest] se inscribe en una continuidad entre el 13 de noviembre y el 22 de marzo" y "las víctimas de los atentados necesitan y tienen el derecho a tener respuestas".
La defensa de los dos acusados podría acoger de mal grado esta constitución como parte civil de última hora, aunque varias fuentes relacionadas con el caso excluyen cualquier nuevo aplazamiento.
La audiencia, que debía celebrarse inicialmente a mediados de diciembre ante el tribunal correccional de Bruselas, se aplazó para dejar tiempo a Sven Mary, el nuevo abogado de Abdeslam, para preparar su defensa.
Este prestigioso penalista belga lo asistió en un primer momento justo después de su detención, pero tiró la toalla siete meses después, al criticar la incomprensible actitud de su cliente.
Ayari y Abdeslam serán juzgados por "intento de asesinato de varios policías" y "tenencia de armas prohibidas", todo ello "en un contexto terrorista". Se enfrentan a hasta 40 años de prisión.
Abdeslam también deberá responder ante la Justicia francesa por los atentados del 13 de noviembre de 2015, en un proceso cuya fecha todavía no ha sido fijada.
A partir del lunes, Abdeslam llegará cada día al tribunal belga desde la prisión de Vendin-le-Vieil, en el norte de Francia, donde tendrá las mismas condiciones de detención que en la cárcel cercana a París en la que se encuentra en régimen de aislamiento bajo videovigilancia las 24 horas del día, desde su ingreso a finales de abril de 2016.
(Con información de AFP)