Millones de personas aguardan este miércoles al eclipse total de la llamada superluna azul, la segunda luna llena del mes y en su posición más cercana a la Tierra, fenómeno que se podrá ver principalmente desde Norteamérica, Asia y Oceanía.
Siempre que las condiciones atmosféricas acompañen, los interesados podrán ver cómo la luna se tiñe de color rojizo sin necesidad de usar protección para la vista, como en el caso de los eclipses solares.
Los eclipses lunares ocurren cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y su satélite, lo que —a diferencia de los solares—, es visible desde cualquier lugar del mundo, siempre que la luna esté sobre el horizonte en el momento del fenómeno.
Durante la totalidad, la luna entera se encuentra dentro del cono de sombra aunque no desaparece de la vista, sino que adquiere una tonalidad cobriza, razón por la que es bautizada como "luna de sangre". Esto ocurre porque el satélite refleja la luz roja del sol refractada por la atmósfera terrestre, que solo filtra los componentes azules.
El eclipse coincidirá con una superluna, que es cuando el satélite terrestre se encuentra en su perigeo, como se denomina a su punto más cercano a la Tierra (apogeo es el más lejano). En sus extremos orbitales, la luna llena puede verse hasta un 14% más grande y un 30% más brillante
El tercer fenómeno simultáneo en gran parte del planeta es que se tratará de la segunda luna llena del mes —lo que en inglés llaman blue moon o luna azul, aunque no tenga nada que ver con este color—, un fenómeno que ocurre, en promedio, cada 2,7 años. Originalmente, el término (blue moon) derivó de la expresión del inglés antiguo belewe, que significa "traidor", ya que no cumple con la habitual rutina de una luna llena por mes. Además, algunos autores apuntan a que la denominación nace porque en época primaveral implicaba extender el ayuno de la cuaresma.
El eclipse total alcanzará su máximo apogeo alrededor de las 13:29 GMT del miércoles, y los mejores lugares para observarlo, durante la madrugada de esos sitios, serán el oeste de los Estados Unidos, en la islas del Pacífico y, al anochecer, en Asia Oriental y Oceanía.
En Sudamérica, gran parte de Europa occidental y África podrá apreciarse muy poco.
Un fenómeno celeste similar ocurrió el 30 de diciembre de 1982 y fue visible en Europa, en África y en el oeste de Asia. En cuanto a América del Norte, hay que remontarse a hace casi 152 años, al 31 de marzo de 1866.
Según datos de la NASA, en 2018 se producirán dos eclipses totales de luna, el 31 de enero y el 27 de julio.
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