El Parlamento de Cataluña suspendió la sesión de investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat

El destituido mandatario regional, prófugo en Bélgica, se mantendrá como único candidato, según anunció el titular del Congreso, Roger Torrent, con fuertes críticas al gobierno de Mariano Rajoy

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Carles Puigdemont durante una sesión
Carles Puigdemont durante una sesión en el Parlamento catalán. Tras el ilegal referéndum independentista y la posterior declaración de independencia, el destituido presidente catalán, buscado por la Justicia española, se refugió en Bélgica (AFP)

"Nadie decidirá quién tiene que ser presidente, ni la vicepresidenta ni el Constitucional. Son los diputados", afirmó el titular del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, en su anuncio de suspensión de la sesión de investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat.

En una comparecencia institucional, Torrent dijo que ese aplazamiento permite "dar tiempo" a que el Tribunal Constitucional resuelva todas las alegaciones a la decisión del pasado sábado de impedir una investidura a distancia del independentista Puigdemont, que se instaló en Bruselas a finales de octubre para eludir a la Justicia española, acusado de sedición y rebelión.

Torrent también indicó que no se plantea proponer otro candidato que no sea Puigdemont, que aglutina el respaldo de las fuerzas independentistas, con 70 de los 135 escaños de la Cámara regional catalana. "No voy a poner a ningún otro candidato que no sea Puigdemont. Tiene todo el derecho de ser investido", agregó.

Respecto al gobierno de Mariano Rajoy, lanzó: "El Estado español ha mostrado una de las caras más oscuras desde el punto de vista democrático".

Más temprano, el jefe de Gobierno español había advertido a Torrent de posibles consecuencias judiciales si permitía una investidura no presencial del líder independentista. "El propio Tribunal Constitucional es muy claro; le dice al presidente del Parlamento (catalán) que el señor Puigdemont no puede ser candidato si no está allí y si no le autoriza el juez", recordó.

Mariano Rajoy (Reuters)
Mariano Rajoy (Reuters)

Según indicó Torrent, la sesión, convocada inicialmente para las 15 GMT, "no se va a desconvocar, se va a retrasar".

Los partidarios de los independentistas estaban llamados a manifestarse en el centro de Barcelona y luego en los alrededores de la Cámara.

Las organizaciones secesionistas convocantes han alentado a la gente a portar máscaras de Puigdemont, con la intención de llenar las calles con la cara de su líder.

Se desconocía si el verdadero Puigdemont, instalado en Bélgica, iba a viajar a la capital catalana para atender personalmente la sesión de investidura, arriesgándose a ser detenido bajo imputación de rebelión y sedición.

La Cámara tenía planeado reunirse pese a un dictamen emitido el sábado tras una reunión de urgencia por el Tribunal Constitucional, a solicitud del Gobierno central, que impuso severas restricciones.

Los jueces prohibieron una investidura a distancia de Puigdemont, obligándolo a pedir permiso en persona ante el juez que lleva la causa contra el núcleo duro del independentismo, para poder comparecer ante la Cámara.

El propio Puigdemont recurrió ese dictamen, y el Constitucional se reunirá este mismo martes para pronunciarse al respecto.

Mientras, el Parlamento catalán debe cumplir con el plazo legal de iniciar el debate de investidura antes del miércoles.

El presidente independentista del Parlamento, Roger Torrent, quien viajó hasta Bruselas la semana pasada para conversar con Puigdemont dentro de los preparativos para la investidura, mantiene en pie la sesión.

El destituido presidente catalán Carles
El destituido presidente catalán Carles Puigdemont y el presidente del parlamento Roger Torrent, durante su encuentro en Bruselas (Reurters/Yves Herman)

Recriminaciones

La tensión en Cataluña volvía a elevarse, a tres meses de la declaración unilateral de secesión de España votada en el Parlamento catalán el 27 de octubre, el punto más álgido de la peor crisis política en España en décadas.

Horas después de la proclamación de una república catalana, el Gobierno central intervino la autonomía regional, cesó a su Ejecutivo y convocó a nuevas elecciones para el 21 de diciembre, con la esperanza de calmar las aguas en esta región, cuya sociedad se muestra muy dividida sobre la independencia.

Un señor fugado de la Justicia, un señor que ha pretendido unilateralmente liquidar la soberanía nacional y la unidad nacional, pues evidentemente no puede ser presidente de nada

Pero en los comicios adelantados, los independentistas retuvieron la mayoría absoluta del Parlamento, aunque recibieron el 47,5% de los votos, gracias a un sistema electoral que beneficia a las zonas rurales, más separatistas.

Las relaciones entre independentistas y el Gobierno central de Mariano Rajoy siguen siendo de broncas.

Mariano Rajoy (AFP)
Mariano Rajoy (AFP)

"Un señor fugado de la Justicia, un señor que ha pretendido unilateralmente liquidar la soberanía nacional y la unidad nacional, pues evidentemente no puede ser presidente de nada", afirmó Rajoy a la radio COPE.

De su lado, los separatistas aprovecharon para reiterar su denuncia de parcialidad de la Justicia española, ante un artículo del diario El País que reveló llamadas de miembros del Gobierno a magistrados del Constitucional antes de que la Corte emitiera su dictamen, para señalarles la "gravedad" de una eventual investidura de Puigdemont.

La corte, compuesta por miembros nombrados principalmente por la mayoría conservadora que dominó el Congreso en Madrid hasta 2015, es objeto de críticas de los separatistas, sobre todo después de que anulara parcialmente en 2010 un estatuto que confería amplias competencias a la región.

Posibles escenarios

Si Puigdemont está ausente en la sesión del martes, Torrent podría abrir la sesión y luego cerrarla, constatando que no es posible una investidura a distancia.

Otra posibilidad es desobedecer el mandato del Constitucional, exponiéndose a incurrir en responsabilidades penales. O podría ganar tiempo si posterga la sesión.

Esta última opción abriría el espacio para buscar un nuevo candidato, una posibilidad esbozada por algunos independentistas, dispuestos a "sacrificar" a Puigdemont a cambio de instalar un nuevo gobierno regional que ponga fin a la intervención desde Madrid.

(Con información de AFP)

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