Abul Bajandar empezó a ver que crecían verrugas durante su adolescencia, y luego se extendieron rápidamente. Hace unos cinco años, fue diagnosticado como que padecía una epidermodisplasia verruciforme, una rarísima enfermedad genética de la piel.
Solamente cuatro personas en el mundo han sido formalmente diagnosticadas con esta enfermedad, llamada del "hombre-árbol".
El año pasado, Abul Bajandar, de 28 años, perdió cinco kilos de gigantes excrecencias gracias a estas 16 operaciones en el Dhaka Medical College Hospital. Los médicos estaban esperanzados con la idea de que su caso pudiera ser el primero cuya recuperación fuera exitosa.
"Poco a poco vuelvo a recordar las sensaciones que tenía antes de que a los 15 años mis manos empezaran a llenarse de verrugas. ¡He sufrido tanto! Había gente que me evitaba y tuve siempre muchos dolores. Echaba de menos todo. Desde comer por mi cuenta a jugar con mi hija, abrazarla. Esas cosas que todo padre quiere hacer con sus hijos", decía en enero del año pasado el joven.
Sin embargo, las verrugas volvieron. Apenas tuvo tiempo de cumplir su sueño, abrazar a su pequeña hija, porque las impresionantes verrugas con forma de corteza de árbol volvieron a aparecer.
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