Corea del Norte capturó hace 50 años el USS Pueblo, el único buque de la Marina de guerra estadounidense en posesión de un gobierno extranjero. Y aunque ha sido casi olvidado por completo en los Estados Unidos, el Incidente del USS Pueblo sigue siendo un potente símbolo para los norcoreanos.
El barco espía, atacado y capturado un enero de hace 50 años, yace en el congelado río Potong, a un costado del extenso complejo del Museo de Guerra de la Liberación Victoriosa de la Patria, en el centro de Pyongyang.
Hasta allí se lleva a miles de norcoreanos a diario para escuchar la versión del país sobre cómo, contra todos los pronósticos, vencieron a los estadounidenses en la Guerra de Corea entre 1950 y 1953, y sobre cómo han combatido desde entonces al hostil Goliat.
En medio de una creciente oleada de ataques verbales contra Washington por, supuestamente, intentar deteriorar las relaciones entre las dos Coreas antes de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán el próximo mes en Corea del Sur, la prensa estatal norcoreana ha descrito el aniversario como un hito militar en la continua lucha de su país contra los Estados Unidos.
Ahora, esa lucha está centrada en el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos intercontinentales, que amenazan al mundo desde que Kim Jong-un reimpulsó su fabricación.
En un reportaje para conmemorar el aniversario, la agencia noticiosa oficial norcoreana citó palabras de un oficial naval que dice que el barco es un símbolo de cómo los Estados Unidos sufrirán una "aplastante derrota" en caso de que infrinja la soberanía nacional.
Dijo que un estudiante que visitó el navío sintió "la placentera sensación de triunfo", mientras observaba las fotografías de la tripulación estadounidense.
El barco ha sufrido múltiples modificaciones para incrementar su impacto. Mientras Jang Un-hye, la guía militar que ha sido asignada al museo durante los últimos dos años, se abre paso por la embarcación, señala los impactos de bala y las marcas de esquirlas que fueron pintadas de rojo recientemente.
Baja la mirada con satisfacción para observar una arrugada bandera estadounidense en una vitrina ubicada en el puente del navío, y recorre con la mano las copias de las confesiones que cuelgan en una de las paredes y sobre mesas de metal. Asegura, fueron escritas a mano por el capitán y la tripulación del USS Pueblo.
En el relato de Corea del Norte, el barco ingresó a sus aguas territoriales al momento del ataque. Jang se posa junto a un mapa colocado cerca de la sala de comunicaciones del navío, que, afirma, muestra alrededor de una docena de incursiones que realizó el USS Pueblo antes de su captura.
El navío estaba mal equipado para el combate que enfrentó el 23 de enero de 1968. Un marino estadounidense murió cuando el USS Pueblo fue baleado con ametralladoras y abordado. Los 82 sobrevivientes fueron tomados como prisioneros.
(Con información de AP)
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