El diálogo se produjo cuando todos los pasajeros del vuelo MH122 de Malaysia Airlines entraron en pánico y vieron que no había respuesta por parte de la tripulación. Ningún tipo de información era transmitida por los altoparlantes mientras la nave vibraba de manera continua y violenta.
– ¿Estamos aterrizando o nos vamos a estrellar?
– No lo sé.
La breve conversación fue entre uno de los pasajeros del vuelo que uniría Sydney, Australia, con Kuala Lumpur, la capital malaya, pero que debió desviarse hacia Alice Springs luego de una "vibración masiva" que provocó el terror a bordo. "Las luces se apagaron y todo el mundo se mantuvo en su sitio", dijo Donna Edwards, quien debía hacer escala en Malasya para luego volar a Londres, su destino final.
"De repente hubo una vibración masiva y todo el avión estaba temblando", agregó la mujer quien describió la situación: todos los pasajeros comenzaron a tomarse de las manos hasta que la tripulación anunció que había que "prepararse para el impacto".
En esa situación desesperante, una azafata anunció que el comandante daría un alerta 30 segundos antes del impacto para que todos supieran cuándo ocurriría. Fue allí que se produjo el diálogo y la cruda respuesta: "No lo sé". "Nos estábamos preparando para lo peor. Pensé que iba a morir. Pero luego, 30 minutos después, la tripulación anunció que todo estaba bajo control", relató Edwards.
A las 5.48 pm (hora local), el vuelo MH122 tocó tierra y logró aterrizar sin inconvenientes en Alice Springs, una de las ciudades más importantes del norte de Australia. La compañía ya había reservado habitaciones en hoteles para todos los pasajeros, aunque no informó qué había pasado con la aeronave en pleno aire. "Estoy contenta de estar en tierra", concluyó Edwards, ya más tranquila.
MÁS TEMAS: