El nuevo parlamento catalán se constituyó este miércoles con la ausencia del gran protagonista, el líder independentista Carles Puigdemont, que en las próximas semanas intentará ser investido presidente a la distancia desde Bélgica a pesar del rechazo del gobierno español.
A las 11 (hora local, 10 GMT), el pleno comenzó su primera reunión desde el 27 de octubre, cuando los separatistas proclamaron una república independiente que después no pudieron implementar ante la suspensión de la autonomía regional por parte del gobierno español de Mariano Rajoy.
El independentista de izquierdas Roger Torrent fue elegido nuevo presidente del Parlamento, controlado por formaciones que hasta ahora han respaldado el proceso secesionista de esa región española. Torrent (ERC) obtuvo el respaldo de las fuerzas independentistas —JxCat, ERC y CUP— frente a la candidatura de José María Espejo-Saavedra, del partido liberal Ciudadanos.
Además de Puigdemont, otros siete diputados independentistas no asistirán, tres encarcelados y cuatro en Bélgica, lo que pone en peligro la mayoría independentista obtenida en las elecciones del 21 de diciembre.
El martes por la tarde reinaba la incertidumbre sobre si los parlamentarios ausentes intentarían ejercer su voto a la distancia, lo que podría ser recurrido por parte de la oposición y el Gobierno español, llevando al bloqueo de la Legislatura.
Si permiten que voten los diputados en Bélgica, todos ellos perseguidos por la Justicia en España, "se recurre inmediatamente", advirtió este martes el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy. Por ello, los exiliados evitarían manifestarse.
En cambio, podría permitir la delegación del voto a los tres encarcelados preventivamente en cárceles madrileñas, por cuya liberación se manifestaron miles de personas el martes en Barcelona.
En las elecciones de diciembre, los partidos independentistas consiguieron renovar su mayoría absoluta con 70 escaños de 135 y un 47,5% de los votos, pero hoy pueden encontrarse en minoría, con solo 62 diputados frente a los 65 de la oposición.
La función de la sesión era escoger los miembros de la mesa del Parlamento, el órgano rector de la institución que los independentistas necesitan controlar. Su camino puede verse allanado ante la falta de un acuerdo entre los partidos de la oposición, lo que les permitiría, incluso, prescindir del voto de los ocho diputados ausentes para controlar la mesa.
Será este órgano el que decida si en la sesión de investidura, que debe celebrarse como muy tarde el 31 de enero, Puigdemont puede defender su candidatura por videoconferencia desde Bélgica o bien a través de un discurso leído por otro diputado.
Con esta opción, considerada ilegal por los servicios jurídicos del Parlamento, evitaría volver a España, donde pesa una orden de detención contra él por cargos de rebelión y sedición.
Los dos grandes grupos independentistas, Junts per Catalunya (centroderecha), de Puigdemont, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), anunciaron el martes un acuerdo para proponer como candidato a Puigdemont, aunque no precisaron si esto incluía el hecho de escogerlo a distancia. A cambio, ERC, que en los últimos días pedía "realismo" a sus aliados independentistas, obtendrá la presidencia del parlamento regional.
El Gobierno español y la oposición en Cataluña ya advirtieron que recurrirán una investidura telemática. "Olvídese de ser presidente. Está huido de la justicia", le dijo Inés Arrimadas, líder del partido antinacionalista de centroderecha Ciudadanos, que ganó las elecciones de diciembre pero que no dispone de apoyos suficientes para formar gobierno.
Pero desde Junts per Catalunya, insisten en que "no hay plan B" a la investidura de su líder, aunque eso lleve a un bloqueo político y al mantenimiento de la intervención de Madrid sobre Cataluña.
(Con información de AFP)