El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, insistió este martes en que su país no aceptará "una Corea del Norte con armas nucleares" y en que quiere fortalecer las "operaciones de interdicción marítimas".
Estados Unidos y 19 países aliados acordaron este martes endurecer la "interdicción marítima" contra Corea del Norte para evitar que evada a través del contrabando las sanciones impuestas por su programa nuclear, según dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson.
No obstante, ninguna medida concreta fue anunciada.
Tras la reunión, Tillerson afirmó en una rueda de prensa que su país busca "fortalecer las operaciones de interdicción marítimas mundiales para evitar las transferencias ilegales de barco a barco".
"Quiero que quede claro que no queremos interferir con las actividades marítimas legítimas", añadió, sin embargo.
El jefe de la diplomacia estadounidense también dijo que la única forma de que Corea del Norte acepte negociar su programa nuclear es que a Pyongyang se le penalice más por sus actos.
"Debemos aumentar el coste del comportamiento del régimen hasta el punto de que Corea del Norte llegue a la mesa de negociaciones para tener negociaciones creíbles", explicó.
Todos necesitamos estar muy sobrios y con la mente clara sobre la situación actual
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, declaró al concluir la reunión que los países reunidos en Vancouver, entre ellos Estados Unidos y Corea del Sur, no buscan "un cambio de régimen (en Corea del Norte) o su colapso".
El llamado Grupo de Vancouver está conformado por 20 países que lucharon en la Guerra de Corea de 1950-53. Incluye a Australia, Gran Bretaña, Francia, India, Japón, Filipinas y Corea del Sur.
Freeland añadió que estos países acordaron "trabajar juntos para que las sanciones (contra el régimen de Pyongyang) sean estrictamente ejecutadas".
A preguntas de los medios de comunicación sobre si los estadounidenses deberían temer una guerra con Corea del Norte, Tillerson afirmó que "todos necesitamos estar muy sobrios y con la mente clara sobre la situación actual".
La reunión en Vancouver desató la cólera de Beijing y Moscú, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y actores clave en las negociaciones con Pyongyang.
"Las partes más importantes en la península coreana no han participado en la reunión, así que no creo que el encuentro sea legítimo ni representativo", dijo el martes Lu Kang, portavoz de la diplomacia china.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, criticó el lunes a "los estadounidenses y a sus aliados", afirmando que quieren "imponer sus puntos de vista basándose exclusivamente (…) en el ultimátum" y "sin reconocer la realidad de un mundo multipolar".
Con información de EFE
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