Las autoridades de Alemania rechazaron la petición de indulto presentado por un ex guardia del campo de concentración de Auschwitz, eliminando el último obstáculo para que cumpla condena como cómplice de asesinato.
La fiscalía de Luneburgo rechazó el pedido presentado por el equipo del ex agente de las SS Oskar Gröning a principios de semana, explicó el miércoles la vocera de la oficina, Wiebke Bethke, que no ofreció más detalles en cumplimiento de la legislación vigente. Así, la última opción de Gröning para evitar la cárcel es solicitar ahora su indulto ante el departamento de Justicia del estado federado de Baja Sajonia.
En 2015, un tribunal de Luneburgo declaró culpable al hombre, de 96 años, por complicidad en el asesinato de 300.000 judíos y lo sentenció a cuatro años de prisión. Por el momento no ingresó en prisión debido al proceso de apelación.
El alto tribunal alemán rechazó su último recurso legal en diciembre. Se espera que la fiscalía de Hannover, que gestionó el caso, cite pronto al acusado para que empiece a cumplir su condena.
El caso
Según se puso de manifiesto en el juicio, Gröning ingresó en 1941, con veinte años, en las Waffen-SS y, dos años después, empezó a servir en Auschwitz, donde asumió el cometido de incautar las pertenencias de los deportados y de hacer las correspondientes transferencias a Berlín.
La acusación se centró en su papel en la llamada Operación Hungría, de mediados de 1944, cuando llegaron a Auschwitz alrededor de 450.000 judíos, de los cuales unos 300.000 fueron asesinados.
A Gröning, quien tras la caída del nazismo pasó por un campo de internamiento británico y luego volvió a la vida civil como contable en una fábrica de vidrio, se le había abierto sumario en 1977, pero quedó sobreseído en 1988.
Su proceso en Lüneburg fue un ejemplo claro de los juicios tardíos por los crímenes del nazismo, abiertos tras el precedente marcado por el caso del ucraniano John Demjanjuk, condenado en 2011 a cinco años de cárcel por complicidad en las muertes del campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.
Gröning admitió en el juicio su "complicidad moral" en las muertes del campo de exterminio de Auschwitz y pidió perdón a los supervivientes y familiares de las víctimas de la acusación particular, además de lamentar no haber actuado en consecuencia ante unos crímenes de los que, dijo, fue perfectamente consciente.
La condena a cuatro años de cárcel superó la petición de la fiscalía -que había solicitado tres años y medio-, mientras que la defensa pedía la libre absolución del acusado.
(Con información de AP y EFE)
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