El petrolero iraní en llamas en el mar de China se hundió ocho días después colisionar con un mercante, informaron el domingo los medios oficiales chinos, mientras la treintena de tripulantes que iban a bordo seguían desaparecidos.
"Según las últimas informaciones de la Administración Pública Oceánica, el 'Sanchi' se hundió por completo", declaró la agencia oficial china Xinhua. En la embarcación había 32 tripulantes (30 iraníes y dos bangladesíes). Ya fueron hallados tres cuerpos.
La última explosión hoy provocó llamas de entre 800 y 1.000 metros de altura e hizo que el petrolero comenzara a hundirse por la proa.
Poco antes, un responsable iraní había indicado que no había posibilidades de hallar supervivientes. "Los miembros de la tripulación del navío murieron durante las primeras horas después del accidente debido a la potencia de la explosión y a las emanaciones de gas", declaró a la televisión estatal Mohammad Rastad, vocero del equipo de rescate enviado por Teherán.
El buque cisterna "Sanchi", con 136.000 toneladas de crudo iraní a bordo, se incendió el 6 de enero tras chocar con un mercante chino. El accidente se produjo a unos 300 kilómetros al este de la ciudad china de Shanghái.
Los derrames de petróleo todavía siguen ardiendo en el mar, indicó el ministerio chino, que no ha proporcionado todavía información sobre el impacto medioambiental del accidente.
Tras el choque, el barco derivó hacia aguas japonesas.
El petrolero de pabellón panameño, de 274 metros de eslora se dirigía hacia Corea del Sur. Pertenece a la National Iranian Tanker Company (NITC), que administra la flota de buques petroleros de Irán.
(Con información de AFP y EFE)