Las Coreas anunciaron este martes en un comunicado conjunto que acordaron sostener conversaciones militares con el objetivo de rebajar la tensión en la península, elevada por los ensayos nucleares del régimen de Kim Jong-un y los ejercicios del ejército surcoreano, con apoyo de las fuerzas estadounidenses.
Según el documento, las partes acordaron "desactivar la actual tensión militar y sostener conversaciones militares para referirse al asunto".
Corea del Norte confirmó también que enviará una delegación de alto rango a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang que se realizarán en Corea del Sur el próximo mes, pero el jefe de su misión en la ronda de conversaciones expresó su incomodidad por una mención a la desnuclearización durante las discusiones, agregó el Gobierno surcoreano.
El régimen de Kim también notificó al Sur que ha reabierto una de sus líneas de comunicación militar. Se trata de la línea destinada a comunicaciones militares en la región en torno al Mar Amarillo (llamado Mar del Oeste en las dos Coreas) y al igual que el resto de vías de comunicación entre los dos países, permanecía inutilizada desde hace casi dos años por decisión del Norte.
El Ejército norcoreano comenzará a utilizar de nuevo esta línea el miércoles, según explicó la delegación del Norte a su contraparte del Sur. "Nuestro lado decidió empezar a utilizar la línea telefónica militar a partir de mañana a las 8", precisó el viceministro surcoreano de la Unificación, Chun Hae-sung, a los periodistas en Seúl.
El régimen de Pyongyang decidió dejar de utilizar esta y otras líneas de comunicación telemática con el Sur en protesta por el cierre del complejo intercoreano de Kaesong, implementado por Seúl como castigo por el desarrollo armamentístico de Pyongyang.
La línea recién reactivada servía, entre otras cosas, para que ambos ejércitos notificaran movimientos de personas y mercancías en torno a Kaesong.
De esta forma, el régimen de Kim Jong-un continúa mostrando una disposición al diálogo, aunque no ha dado señales de querer retroceder en su programa misilístico, ni de abandonar su arsenal nuclear, la principal preocupación de los Estados Unidos.
La semana pasada, el Norte también decidió comenzar a usar otra de las líneas telemáticas situadas en la aldea de Panmunjom, en la frontera intercoreana, después de que el Líder Supremo de la dictadura comunista expresara en su mensaje de Año Nuevo su deseo de mejorar lazos con el Sur.
A raíz de esta predisposición, ambas Coreas, que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años, mantuvieron este martes su primera reunión de alto nivel en más de dos años.
En el encuentro, el régimen ha manifestado su intención de enviar una delegación compuesta por altos funcionarios, atletas o animadoras a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran a partir del 9 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang.
Por su parte, el Sur ha propuesto organizar conversaciones militares para rebajar la tensión transfronteriza y retomar las reuniones de familias separadas por la guerra que enfrentó a los dos países entre 1950 y 1953, aunque el Norte no se ha pronunciado al respecto.
Todos estos gestos contribuyen a rebajar la tensión en la península después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen de Pyongyang el presidente de EEUU, Donald Trump.
(Con información de EFE)
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