Desde 2017, el miedo a un posible ataque con misiles balísticos de Corea del Norte se expandió por Corea del Sur, Japón en incluso las islas estadounidenses de Guam y Hawaii.
Hay sobradas razones: el vecino sur de la península fue siempre considerado el escenario de una potencial guerra, los proyectiles de Pyongyang volaron por encima del archipiélago japonés y las amenazas del líder Kim Jong-un cayeron repetidas veces sobre esos dos destino turísticos paradisíacos.
Pero lo cierto es que el propio territorio norcoreano no está ajeno a las pruebas bélicas del régimen, según reveló el miércoles el sitio especializado The Diplomat.
En abril de 2017 un misil balístico de alcance medio Hwasong-12 fue probado desde una base aérea en Pukchang, en el sur de la provincia de Pyongan, pero tras volar un minuto sufrió una falla y cayó inesperadamente en la ciudad norcoreana de Tokchon.
La explosión causó daños considerables en un complejo de edificios industriales y agrícolas en el barrio de Chongsin-dong, y aún no se sabe si hubo muertos o heridos.
The Diplomat llegó a esta información a través de una fuente en el gobierno de Estados Unidos, quien sostuvo que los motores del proyectil fallaron tras 60 segundos, a una altura de 70 kilómetros y recorriendo en total 39 kilómetros.
En tanto la evidencia de los destrozos causados pudo ser captada desde satélites.
En los inicios de su programa de misiles balísticos, Pyongyang optó siempre por utilizar la base costera de Sinpo y otros pocos sitios alejados de las ciudades, apuntando siempre en dirección al mar para limitar los accidentes.
Pero en los últimos años los sitios de testeo se multiplicaron, incluso en regiones densamente pobladas, con el fin de flexibilizar el programa y diversificar los centros operativos para evitar que sean fácilmente destruidos en un ataque aéreo.
La prueba de abril fue la tercera fallida para el Hwasong-12, que finalmente volaría con éxito en mayo.
En aquel momento se había reportado el fracaso del ensayo, pero no se sabía que el misil había de hecho caído sobre una ciudad.
La situación trae nuevas implicaciones a la crisis en la península, ya que este año Pyongyang probó varios de sus misiles lanzándolos por sobre Japón y esperando que cayeran en el mar, buscando apenas una provocación.
¿Pero qué pasaría si uno de estos falla en vuelo y cae accidentalmente sobre una ciudad japonesa?
Los desperfectos técnicos en los lanzamientos son usuales, y la tecnología norcoreana dista de ser confiable, por lo que un escenario de crisis desatado por apenas una falla se hace más posible.
Por ejemplo, en 1996 China intentó lanzar un satélite al espacio, pero el cohete CZ-3B falló a poco de despegar en Sichuan y cayó sobre un área poblada, causando numerosas fatalidades que el gobierno nunca divulgó.
Por otro lado, la proliferación de bases de lanzamiento de misiles balísticos en diferentes lugares del país y en medio de áreas populosas anula posibilidad de un ataque preventivo "quirúrgico" (con el sólo fin de anular su capacidad militar minimizando los daños), que Estados Unidos y sus aliados analizan hace tiempo.
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