Arabia Saudita interceptó este viernes un misil balístico sobre la provincia de Najrán, fronteriza con Yemen, horas después de que los rebeldes yemeníes anunciaran un disparo contra el reino saudí, informó la prensa de Estado.
Los rebeldes yemeníes hutíes, en guerra contra el poder apoyado por una coalición árabe que lidera Arabia Saudita, afirmaron haber disparado un misil contra la región de Najrán, en un comunicado publicado por su televisión Al Masira TV.
Este tipo de ataques se repiten desde noviembre, en medio de la escalada de tensión entre los saudíes y el régimen de Teherán.
El pasado 15 de diciembre, Estados Unidos acusó a Irán de estar detrás de los misiles lanzados por los hutíes de Yemen contra Arabia Saudita.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aseguró que Irán fabricó el misil que los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron contra Arabia Saudita a principios de noviembre.
En una conferencia de prensa en la Base Conjunta Anacostia-Bolling, a las afueras de Washington, Haley mostró los restos de un misil de supuesta fabricación iraní y aseguró que "es una prueba inequívoca".
Irán reaccionó inmediatamente afirmando que las pruebas presentadas por la diplomática han sido "fabricadas" y que sus acusaciones no tienen fundamento.
Haley dijo en una rueda de prensa en Washington que el 4 de noviembre fue interceptado cerca del aeropuerto de Riad un misil disparado por los hutíes.
"Fue fabricado en Irán y luego enviado a los milicianos hutíes en Yemen", explicó. "Desde ahí fue lanzado contra un aeropuerto civil con el potencial de matar a cientos de civiles inocentes en Arabia Saudita".
Estados Unidos forma parte del acuerdo que en 2015 alcanzaron Irán y otras cinco grandes potencias (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), que prevé la congelación y suspensión de amplias actividades atómicas de la República Islámica, con el objetivo de alargar a 12 meses el teórico plazo para la producción de armas nucleares de parte iraní.
A cambio, la comunidad internacional levantó sus sanciones comerciales, diplomáticas y nucleares contra la República Islámica.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concedió el pasado 13 de octubre 60 días al Congreso para que se pronuncie sobre la posible reinstauración de sanciones contra Irán, un plazo que ha expirado sin acción parlamentaria.
Si bien Trump no ha cancelado oficialmente el acuerdo nuclear, negociado por su antecesor, el demócrata Barack Obama, suele calificar el tratado como "terrible".
La Administración estadounidense acusa a Irán de violar el espíritu del acuerdo por el desarrollo de un programa de misiles balísticos, aunque el pacto se ceñía exclusivamente al desarrollo de armas nucleares.
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