Ferviente defensor de una solución de dos Estados en el conflicto de Oriente Medio, Emmanuel Macron aseguró que algún día se dará carta de naturaleza a Palestina, pero se guarda esa baza para cuando "sea eficaz" para hacer avanzar la paz sobre el terreno. Así se manifestó el presidente francés durante el encuentro que mantuvo en París con Mahmud Abbas.
Frente al ruego del titular de la Autoridad Nacional Palestina de reconocer a su país como "una inversión en la paz y en el futuro pacífico de la región", y una "contribución a alejar el espectro de la guerra", Macron apostó por "trabajar sin hacer grandes declaraciones" y mantener una postura que les permita dialogar con todas las partes.
"No sería eficaz reconocer hoy unilateralmente a Palestina, sería una reacción a otra decisión unilateral que ha desestabilizado la región", dijo el mandatario francés en referencia a la actuación del presidente estadounidense, Donald Trump. Al mismo tiempo, señaló que la solución está en un acuerdo entre las dos partes y no en movimientos exteriores.
Macron puso como ejemplo las palabras de Abbas de que Washington ya no es "un mediador honesto en el proceso paz" para testimoniar que todo movimiento en favor de un campo supone perder la equidistancia que París quiere utilizar para impulsar una pacificación. De todos modos, pese a esa negativa a reconocer Palestina, Macron se mostró más comprensivo con Abbas de lo que fue hace 12 días con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que salió del Elíseo con el ruego de detener la colonización de los territorios ocupados como gesto para hacer avanzar la paz en la región.
El líder palestino aceptó la postura francesa, agradeció su labor en pos de la paz y se comprometió a mantener la vía diplomática que, a su juicio, ha dado algunos resultados. Entre ellos, citó el voto favorable a su causa de 128 países en la Asamblea General de la ONU o el de 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, donde los Estados Unidos se vieron obligados a imponer su veto frente a una resolución que condenaba el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí.
Abbas expresó su rechazo a todo tipo de violencia, su compromiso en la lucha contra el terrorismo y su deseo de volver a la mesa de diálogo, aunque reiteró que no aceptará ninguna iniciativa propuesta por Washington "por su espíritu partidista y la violación del derecho internacional que han cometido". "Estados Unidos se ha descalificado a sí mimo", dijo el líder palestino, que comprometió así su aceptación al plan de paz que la Casa Blanca prepara para las próximas semanas.
El dirigente se llevó también el respaldo de París en sus esfuerzos por restablecer la unidad entre los palestinos, tras diez años de división. En ese frente está obteniendo resultados concretos, que pueden traducirse en la fusión administrativa entre Cisjordania, controlada por su movimiento Al Fatah, y Gaza, por Hamas.
Con su postura prudente, Macron culminó el cambio de rumbo de la diplomacia francesa en ese conflicto. Lejos queda la iniciativa de Laurent Fabius, el ex ministro de Exteriores de François Hollande, partidario de poner sobre la mesa el reconocimiento de Palestina como medida de presión para forzar el retorno de Israel a la mesa negociadora.
París considera que reconocer a un Estado que no controla el 60% de su territorio solo añadiría tensión a la región y no se traduciría en avances concretos. "Las aspiraciones del pueblo palestino tienen un eco fuerte en la comunidad internacional. Palestina no está sola y haremos lo necesario para que vivan en paz, con Jerusalén como capital de dos Estados", afirmó Macron, que anunció movimientos en las próximas semanas en busca de "soluciones innovadoras".
(Con información de EFE)
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