El Gobierno sueco prepara una reforma para redefinir qué es una violación. Como consecuencia, podrían cambiar las relaciones sexuales entre dos personas, principalmente entre aquellas que tienen intimidad por primera vez, en medio del revuelo por el final de un juicio en el que se acusaba a cinco personas de violación colectiva.
Los involucrados admitieron haber tenido sexo con la supuesta víctima en un edificio de un suburbio de Estocolmo, pero alegaron que fue consentido. En la ropa de la mujer se encontraron restos de esperma de tres de los acusados y de otros hombres no identificados, pero, según el tribunal, no se pudo determinar "cuándo o dónde tuvieron lugar los actos sexuales y si hubo coacción".
En este contexto, las autoridades han anunciado una ley que endurecería las penas por los abusos sexuales, a los que señalaría como el "sexo sin consentimiento activo".
La ley actual sueca define la violación como el sexo forzado a través de violencia o amenazas o aprovechando la situación de vulnerabilidad de la víctima, y la reforma, que podría estar aprobada para el verano, hará ilegal el sexo que no cuente con consentimiento activo.
De esta forma, en una denuncia de violación se invertiría la carga de la prueba: ya no sería la víctima quien tendría que demostrar que fue abusada con violencia o amenazas, sino que el presunto violador debería mostrar que tenía consentimiento.
En la práctica, si una pareja apunta a concretar un encuentro sexual, debería, por seguridad, frenar momentáneamente el intercambio amoroso para constatar expresamente el consentimiento mutuo. Bastará un acuerdo verbal, así que, por ahora, no sería necesario grabar el "sí" con un celular o firmar algún documento.
"El sexo debe ser voluntario. Si no es voluntario, es ilegal", manifestó en domingo al presentar el proyecto el primer ministro sueco, Stefan Löfven, quien consideró que, además de facilitar los procesos, es una herramienta para cambiar actitudes y valores.
(Con información de EFE)
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