El negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, anunció este miércoles los planes del bloque para la próxima fase de negociación con el Reino Unido, entre ellos, un período de transición "limitado" que regirá tras la salida de Reino Unido el 29 marzo de 2019 y solo se extenderá hasta fines de 2020, un plazo similar al que había pedido Theresa May.
"Las disposiciones transitorias deberían aplicarse a partir de la fecha de entrada en vigor del Acuerdo de Retirada y no deberían durar más allá del 31 de diciembre de 2020, que es cuando termina el marco financiero plurianual", señalan las recomendaciones de la Comisión que deben aprobar los países del bloque.
El documento también agrega que el Reino Unido mantendría todas las ventajas comerciales durante este período.
Por su parte, los diputados británicos inician este miércoles la última sesión para examinar el proyecto de ley de retirada de la Unión Europea, que debe poner fin a la supremacía del derecho europeo, lo que pondrá de manifiesto la relación de fuerza entre los parlamentarios y el Gobierno.
La sesión de debates anterior estuvo marcada por una derrota de Theresa May, que solo cuenta con una estrecha mayoría en la Cámara de los comunes. Once diputados conservadores votaron con la oposición y lograron que el Parlamento tenga que ratificar por votación los términos del divorcio de la UE, en contra de lo que quería el Gobierno.
Cuando se consume el deseo de los británicos de marcharse el 29 de marzo de 2019, el Reino Unido y sus 27 socios mantendrían el "statu quo económico", según adelantó Barnier, mientras negocian formalmente su futura relación comercial.
Aunque durante este período los británicos seguirían formando parte del mercado único europeo y de la Unión Aduanera, la toma de decisiones en la UE será "sin el Reino Unido", advirtió recientemente el jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Negociadores del bloque han exigido que durante el período de transición, Londres renuncie a su asiento en la mesa de los gobernantes, pierda todas sus bancas en el Parlamento Europeo y retire sus jueces de las cortes europeas. Pero al mismo tiempo tendría que obedecer las leyes de la UE y reconocer la primacía de la Corte Europea de Justicia, y la libertad de circulación de trabajadores europeos.
Una etapa de transición facilitaría la salida de Gran Bretaña de la UE y otorgaría cierta seguridad a los negocios. Muchas firmas británicas, sobre todo del sector financiero, han advertido que adoptarían próximamente planes de contingencia que incluirían el traslado de algunas actividades a países de la UE.
En ese sentido, el FMI rebajó este miércoles su predicción sobre el crecimiento de la economía británica del 1,7% al 1,6% este año a causa del Brexit. En un informe divulgado en Londres, el organismo internacional señala que, a pesar de una fuerte recuperación del crecimiento mundial, la decisión del Reino Unido de salir del bloque europeo ha tenido un impacto en su economía.
(Con información de AFP, EFE y AP)
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