Los Marsili no sufren. No son súper héroes, ni mártires, simplemente no sienten el dolor, Según detalla el diario ABC. Pueden romperse una pierna y sentir una ligera molestia que desaparece con tanta rapidez como llegó. O fracturarse el hombro en una caída de esquí, seguir bajando pistas durante el resto del día y volver a casa conduciendo su coche sin ningún problema.
El asombrosos caso se volvió un tema de estudio para la ciencia hace años, ya que hay tres generaciones de la familia que tienen el mismo don pero ahora, se descubrió que todos ellos tienen una rara mutación genética. El hallazgo de este gen alterado (llamado ZFHX2) no resuelve solo una curiosidad científica, inaugura una nueva línea de investigación que puede acabar en el desarrollo de analgésicos más eficaces, especialmente para las personas con dolor crónico, explicaron los investigadores del University College de Londres que han desentrañado el misterio y publicado sus resultados en la revista Brain.
Para resolver el misterio, seis miembros de la familia se sometieron a rigurosos exámenes: la abuela (de 78 años), sus dos hijas (de 52 y 50 años) y sus respectivos hijos (dos niños y una niña de 24, 21 y 16 años). Ninguno de ellos sienten el dolor como el resto de las personas. Pueden soportar como si nada la fractura de un hueso, pero tampoco notan como deberían el calor sobre la piel, lo que les produce más riesgo de sufrir quemaduras.
"Lo curioso es que los seis miembros son sensibles al tacto, a diferencia de un lesionado medular o alguien que ha perdido la sensibilidad por completo. Es como si tuvieran una analgesia natural para ciertos dolores", detalla el diario.
Los científicos averiguaron si la familia estaría dispuesta a someterse a un tratamiento para revertir la mutación… Obviamente, todos se negaron.
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