Las gemínidas, la única lluvia de estrellas que surge de un asteroide y no de un cometa, vivió su momento álgido en la madrugada del jueves y, como en anteriores ocasiones, fue un espectáculo de brillantes y coloridos meteoros, que se pudo ver mejor en el hemisferio Norte.
Las lluvias de meteoros (o de estrellas, como se las conoce popularmente) se producen cuando la Tierra pasa por la órbita de un cometa. En su viaje estelar, estos objetos van dejando una estela de gas y polvo que son atraídos por la gravedad terrestre y que, al entrar en contacto con nuestra atmósfera, se desintegran y brillan.
El caso de las gemínidas es distinto: su origen está en un asteroide bautizado '3200 Faetón' (Phaethón, hijo de Helios, el dios Sol), es decir, un cometa exhausto que no tiene elementos volátiles.
Faetón, que mide 5,10 kilómetros, fue descubierto el 11 de octubre de 1983 y, desde entonces, este minúsculo cuerpo celeste "trae de cabeza a los astrónomos", según explica el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España).
En 2010, un equipo dirigido por Dave Jewitt (UCLA), descubrió que este asteroide experimentaba un aumento de intensidad en su brillo.
Era algo nuevo: un híbrido entre asteroide y cometa, o un "cometa rocoso" que cada 1,4 años se acerca al Sol, de manera que el astro quema los residuos que cubren su superficie formando una "cola de grava", la que da lugar a la lluvia de meteoros.
Faetón es, además, el asteroide que más se aproxima al Sol de todos los conocidos, recuerda la Fundación Astrohita en una nota.
Este extraño objeto celeste tarda 3,3 años en completar su órbita y su perihelio (el momento en que pasa más cerca del Sol) se produce a unos 15 diámetros solares (mucho menos de lo que lo hace Mercurio), por lo que las temperaturas llegan a superar los 700 grados centígrados.
Las gemínidas se pueden observar a simple vista, sin necesidad de ningún instrumento, pero es recomendable apagar las luces y dar a los ojos el tiempo necesario para adaptarse a la oscuridad, como señala la NASA.
Esta lluvia de estrellas parece surgir de la constelación de Géminis, de la que toma su nombre, y es uno de los espectáculos más interesantes e intrigantes de todo el año tanto para los investigadores como para los observadores aficionados.
Aunque la lluvia de meteoros comenzó el 4 de diciembre y dura hasta el día 17 de diciembre, el momento álgido tendrá lugar el día 14 hacia las 6:00 GMT, según el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
Esa noche, pudieron verse unos 120 meteoros por hora y, en esta ocasión, la observación fue muy favorable, ya que la luz de la Luna casi no le afectó (no habrá Luna nueva hasta el 18 de diciembre).
Para disfrutar plenamente de este evento astronómico, el IAC recomendaba buscar un cielo limpio y exento de contaminación lumínica, fijar la mirada en una zona del cielo y tener un poco de paciencia para "detectar" alguna gemínida.
Como en anteriores ocasiones, gracias al proyecto STAR4ALL de la Unión Europea, los aficionados de todo el mundo pudieron seguir la lluvia de meteoritos este miércoles por el canal de NASA y el jueves por sky-live.tv.
La retransmisión se hará en directo, desde el Observatorio del Teide (Izaña, Tenerife) que ofreció en directo la entrada de estos pequeños fragmentos rocosos en la atmósfera terrestre.
STAR4ALL involucra a ocho instituciones de seis países europeos y tiene el objetivo de concienciar a la población sobre la existencia de contaminación lumínica en muchos de los lugares en los que vivimos y la importancia de tomar medidas para reducirla.
(Con información de EFE)
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