Kim Hong-gul, el hijo menor del ex presidente surcoreano Kim Dae-jung, que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en el año 2000 "por su trabajo en pro de la democracia y los derechos humanos, y particularmente por la paz y reconciliación con Corea del Norte", dijo que una nueva era de reconciliación podría ser posible ahora que Corea del Norte declaró que había completado su fuerza nuclear.
Kim Jong-un anunció la culminación de su programa nuclear tras el lanzamiento exitoso de un nuevo tipo de misil balístico intercontinental con tecnología mejorada capaz de golpear "todo el territorio continental de Estados Unidos".
"Podría ser una baliza señalando el inicio de las negociaciones", dijo Hong-gul, quién asumirá el mes que viene la presidencia del Consejo Coreano para la Reconciliación y la Cooperación, una organización sin fines de lucro que promueve el intercambio entre ambos países del Paralelo 38.
"Al terminar, Kim ya no necesitaría probar misiles, así que podría sugerir una conversación con el Sur y los EEUU, posiblemente en su discurso de Año Nuevo, mientras se abstiene de más pruebas", agregó.
El hijo del Premio Nobel de la Paz es uno de los pocos surcoreanos que conoce personalmente al actual líder de Corea del Norte. Lo conoció como parte de una delegación extranjera que asistió al funeral del difunto dictador Kim Jong-il en Pyongyang.
En búsqueda de nuevas rutas de reconciliación, Hong-gul dijo que debido a la alta probabilidad de que -como el mundo cree- el país comunista no haya realmente completado su programa nuclear, Estados Unidos y Corea del Norte podrían salvar sus apariencias iniciando un nuevo proceso de negociaciones.
"Ambos pueden decirle a su pueblo que el otro se rindió y tomó el camino del diálogo", dijo Kim Hong-gul.
Kim Dae-jung creó el Consejo Coreano para la Reconciliación y la Cooperación hace 20 años para realizar tareas que no podían cumplir funcionarios del gobierno. La entidad tiene un homólogo en Corea del Norte con el mismo nombre.
"Se está repitiendo", dijo Kim Hong-gul. "Las comunicaciones de Estado-a-Estado están cortadas, así que este es el momento de que el sector privado juegue un papel para calmar las tensiones".
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