El vuelo CX893 de la aerolínea hongkonesa Cathay Pacific se encontraba sobre Japón el miércoles cuando sus tripulantes divisaron la trayectoria del misil intercontinental (ICBM) disparado por el régimen de Corea de Norte.
Eran las 2:18 a. m., hora local, y el Airbus A350-900 estaba a pocas horas de Hong Kong tras despegar de San Francisco, en los Estados Unidos.
"Sean alertados, presenciamos el misil lanzado por Corea del Norte, explotó y se desintegró cerca de nuestra posición", fue el informe interno de la tripulación del CX893 al que pudo acceder el periódico South China Morning Post.
El gerente general de la aerolínea, Mark Hoey, indicó luego, también en un comunicado interno, que se dio aviso a los controladores aéreos, y el vuelo continuó normalmente. "Revisando las rutas, creemos que el CX096 podría haber sido el más cercano, a unos cientos de millas de distancia", agregó.
El CX096 es un vuelo de cargo que cubre la ruta entre Hong Kong y Anchorage que en este momento también cruzaba Japón, aunque no hubo reportes del avistamiento de parte de sus tripulantes.
Esta aproximación de distancia hecha por Hoey es la única estimación disponible sobre cuán cerca pasó el misil del avión.
Cathay Pacific confirmó luego el avistaje a través de su portavoz. "Aunque el vuelo estaba lejos del lugar donde cayó, la tripulación dio aviso al controlador aéreo de Japón de acuerdo con el protocolo", explicó, de acuerdo con el South China Morning Post.
En tanto, la portavoz también dijo a la cadena británica BBC que la tripulación creía haber visto la etapa de reentrada, cuando la ojiva del misil vuelve a la atmósfera luego de haber alcanzado su punto más alto.
La aerolínea no estaba analizando cambiar sus rutas aéreas por el lanzamiento del misil, aunque se mantiene alerta para revisar la situación a medida que evolucione, agregó la portavoz.
El de la semana pasada no fue el primer ensayo de misiles de Corea del Norte, y la vicepresidente del sindicato de tripulantes de Cathay Pacific, Dora Lai Yuk-sim, aseguró que la compañía lleva ya dos años monitoreando estos sucesos.
El miércoles, un empleado de la aerolínea surcoreana Korean Air dijo en condición de anonimato que dos tripulaciones de la compañía habían también visto la prueba de misiles de Pyongyang, consignó la agencia AP.
Los aviones cubrían rutas desde San Francisco y Los Ángeles hacia Incheon, pero no hubo confirmación oficial.
El Hwasong-15 disparado el miércoles es el ICBM más potente desarrollado hasta la fecha por el régimen de Kim Jong-un. Alcanzó una altitud de 4.475 kilómetros y voló durante 53 minutos en los que se trasladó unos 950 kilómetros hasta caer en el Mar del Japón.
Su alcance estimado es de 13.000 kilómetros, lo suficiente como para llegar a cualquier ciudad de Europa o de los Estados Unidos.
Pero los expertos aún dudan de ciertos aspectos técnicos de la nueva arma, como la fiabilidad de sus motores, la precisión de su sistema de guiado y su capacidad para reingresar en la atmósfera sin desintegrarse.
De acuerdo con el testimonio de la tripulación de Cathay Pacific, esto último no se habría logrado el miércoles y la ojiva aparentemente no logró sobrevivir al momento crítico, lo que significaría que Pyongyang aún no está listo para utilizar el misil.
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