El Parlamento de Croacia observó este jueves un polémico minuto de silencio en homenaje "a todas las víctimas de las guerras en Croacia y en Bosnia", un día después del dramático suicidio del criminal de guerra Slobodan Praljak en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, luego de que le fuera rechazada una apelación.
"Los llamo ahora a rendir homenaje a todos los civiles que murieron, a los combatientes croatas muertos o desaparecidos y a todas las víctimas de las guerras en Croacia y en Bosnia", declaró en el inicio de la sesión Gordan Jandrokovic, presidente del Parlamento de este país miembro de la Unión Europea y de la OTAN gracias al padrinazgo de Alemania.
"Todas las víctimas deben quedar para siempre en nuestra conciencia colectiva, y la muerte ayer del general Praljak debería ser el último episodio de estos trágicos acontecimientos bélicos", agregó el responsable político, miembro del HDZ, el partido conservador en el poder, según la agencia AFP.
El homenaje llega luego de que varios políticos y personalidades croatas reaccionaron con críticas al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) por la condena a Praljak por los asesinatos, violaciones y destrucción sistemática llevada a cabo por sus tropas contra la comunidad musulmana en Bosnia.
El primer ministro Andrej Plenkovic aseguró que el veredicto contra el ex militar y otros cinco miembros de la fallida República Croata de Herzeg-Bosnia era "injusto para ellos, los croatas en Bosnia-Herzegovina, y para el liderazgo croata durante la década de 1990", según reportó la agencia croata Hina.
También dijo que el fallo era una "injusticia moral" y expresó sus condolencias a la familia de Praljak.
Mientras que la Academia de Ciencias y Artes de Croacia (HAZU) aseguró en un comunicado reproducido por Hina que la condena del TPIY "no estaba basada en hechos históricos y no ayudará a la reconciliación".
El mismo Jandrokovic había dicho el miércoles que "la posición predominante entre los legisladores croatas es que el fallo no se corresponde con la verdad histórica y es injusto".
Por otro lado, miles de bosniocroatas encendieron velas en el centro de Mostar, escenario de la limpieza étnica por la que fue juzgado Praljak, y otros pueblos de Bosnia-Herzegovina, expresando su simpatía por el ex militar.
La presidente de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, pareció matizar estos homenajes señalando en la televisión estatal que los croatas deben tener la "fortaleza" de admitir los crímenes cometidos en Bosnia por otros compatriotas durante la guerra entre 1992 y 1995.
Aunque la mandataria también se esforzó en recordar que Croacia no fue la agresora durante la guerra iniciada por una ofensiva de Serbia, y criticó al TPIY por estar politizado.
Solo un diputado de la oposición socialdemócrata asistió a la sesión del Parlamento, aunque el partido SDP no explicó los motivos de esta decisión.
Pese a la confirmación de una pena de 20 años de prisión por su participación en "una empresa criminal común" para aplicar una limpieza étnica a los bosnios en 1993 y 1994, Praljak, ex alto responsable militar bosniocroata, es considerado un héroe por numerosos croatas, tanto en Bosnia como en Croacia.
Durante la guerra de Bosnia, croatas y bosniaks, bosnios musulmanes, combatieron juntos contra las fuerzas serbias. Sin embargo, en 1993 y 1994, se enfrentaron durante algo menos de un año con consecuencias brutales.
El TPIY confirmó el miércoles las condenas en primera instancia de entre 10 y 20 años de cárcel para seis ex responsables acusados de querer imponer una dominación croata, especialmente en la ciudad de Mostar, recurriendo a la limpieza étnica en las zonas controladas por sus tropas.
Desde entonces Bosnia mantiene la estabilidad, pero dentro de sus fronteras sigue latente el conflicto entre sus comunidades bosniak, croatas y serbias, separadas geográfica y culturalmente.
LEA MÁS: