La decisión de permitir que las mujeres conduzcan "abre muchas posibilidades económicas en Arabia Saudita", dijo el jueves el ministro de Exteriores, Adel Jubeir, al diario español ABC.
Según el funcionario, el gobierno evalúa tres "beneficios". El primero de ellos consiste en que la posibilidad de conducir permitirá que muchas sauditas tengan trabajo a tiempo parcial fuera de su hogar, gracias a la nueva movilidad que les ofrece conducir su propio coche.
Antes de la decisión del rey Salman, las mujeres podían obtener ofertas de trabajo a tiempo parcial, pero, según Jubeir, "no podían aceptarlas, porque los costes de tener chófer para ir al trabajo absorbían sus ingresos por el empleo".
La segunda razón económica de peso, según Jubeir, es que la medida -que pone fin a una anacrónica prohibición impuesta por el clero musulmán wahabita- "reduce el número de chóferes extranjeros que necesita Arabia Saudita".
Esta ventaja ha sido muy valorada por el Gobierno de Riad, que busca reducir el porcentaje altísimo de mano de obra foránea en el país. Arabia Saudita tiene algo más de 20 millones de ciudadanos y 8 millones de extranjeros.
Estos últimos -denominados de modo eufemístico "expatriados"- ocupan hasta el 90 por ciento de los empleos en la empresa privada. Los ciudadanos sauditas se concentran en el funcionariado, el paro y las prestaciones sociales que proporcionan las rentas del petróleo.
Por último, el ministro de Exteriores consideró que la incorporación de la mujer al mundo del volante, pese a lo que podría pensarse, tendrá ventajas para el tráfico en el reino.
"Hemos de tener en cuenta que en la situación actual cada desplazamiento en coche de una mujer no es solo un viaje de ida y vuelta, sino dos: el chófer debe viajar primero al punto donde recoge a la mujer, y luego dirigirse al lugar de destino de esta; ahora que vamos a reducir el sustancialmente el número de coches en las carreteras", concluyó.
La decisión fue anunciada en septiembre pasado a través de medios oficiales sauditas. De acuerdo con varios analistas, también responde a una creciente presión nacional e internacional en pos de los derechos de las mujeres en el reino.
El reino ultraconservador era el único país del mundo que impedía a las mujeres conducir, y durante años había sido cuestionado internacionalmente por detener a mujeres que desafiaban la prohibición.
Las mujeres sauditas están igualmente sometidas a la tutela de un hombre de su familia -generalmente el padre, el marido o el hermano- para estudiar o viajar.
Pero como parte de su ambicioso plan de reformas económicas y sociales de aquí a 2030, Riad parece estar listo para suavizar algunas de esas restricciones y, poco a poco, empieza a introducir cambios.
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