El soldado que hirieron mientras desertaba de Corea del Norte se encuentra fuera de peligro aunque, según confirmaron los médicos que lo atienden, además de los parásitos hallados en su cuerpo padece Hepatitis B, informó el Daily Mail.
El militar norcoreano, al que balearon durante su fuga, tiene 24 años y ha sido identificado con el apellido Oh. "El paciente no va a morir", manifestó en rueda de prensa su cirujano, Lee Cook-jong, después de las dos intervenciones que marcaron que su recuperación tomará al menos un mes.
Además de los parásitos y la Hepatitis B, Ho tiene indicios de depresión y tuberculosis, males que algunos médicos atribuyeron a los problemas de nutrición e higiene que sufre la población del país que lidera Kim Jong un.
Días atrás, el cirujano que dirigió las operaciones en el Hospital Universitario de Anjou (al sur de Seúl), Lee Kuk-jong, dijo que la recuperación se había visto dificultada especialmente por el gran número de parásitos en el intestino delgado y que han infectado órganos afectados por las heridas de bala.
Estos parásitos, entre ellos una lombriz intestinal de 27 centímetros de largo, muestra las duras condiciones de vida que soportaba el militar y reflejar la situación que vive la empobrecida Corea del Norte, afectada por las sanciones internacionales por sus programas de armas nucleares.
El soldado desertó el pasado lunes corriendo a través de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) -única área fronteriza donde soldados de las dos Coreas están cara a cara- y recibió cinco disparos de soldados norcoreanos.
Es muy poco común que se produzca una deserción en la JSA (hasta ahora se había producido una en 1998 y otra en 2007), ante el fuerte despliegue de seguridad.
Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra, ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se saldó con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.
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