La reciente destitución de dos militares de alto rango en Corea del Norte ha puesto la atención en la purga que el dictador Kim Jong-un ha encarado en los últimos años busca reducir la influencia de su poderoso ejército y reafirmar su control del país, según consideraron este martes un grupo de analistas surcoreanos citados por la agencia AFP.
Desde su llegada al poder en 2011, el joven líder de Corea del Norte ha desplazado con brutalidad a cualquier persona que fuera percibida como un desafío potencial a su autoridad, incluyendo los miembros de su familia.
Pero varios analistas y legisladores sostienen que su último movimiento parece orientado a contener la agigantada influencia del ejército, que se consolidó durante el mandato de su padre Kim Jong-il y su política de priorizar a los militares, conocida como Songun.
Según la inteligencia surcoreana el presidente y el vicepresidente de la Oficina General Política de las Fuerzas Armadas, Hwang Pyong-so y Kim Won-hong, han sido castigados por su "descaro" ante el gobernante Partido de los Trabajadores de Corea, dirigido por el mismo Kim Jong-un.
Esta oficina se encarga de mantener la lealtad al partido entre las filas del Ejército Popular de Corea del Norte, según consignó la agencia Yonhap en base al testimonio de legisladores surcoreanos que recibieron información del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS, en inglés).
"Esta es otra maniobra de Kim Jong-un para afirmar su control sobre los militares y domarlos", dijo Ynag Moo-jin, profesor en la Universidad de Estudios sobre Corea del Norte, con base en Seúl.
El dictador se está alejando de la doctrina Songun, que significó postergar a la población civil y sus necesidades básicas, y "reafirmando el principio de que el partido está siempre sobre el ejército", agregó el analista.
Por otro lado el profesor Koh Yu-hwan, de la Universidad Dongguk, consideró que "la política Songun siempre ha sido un arma de doble filo y Kim está reorganizando las fuerzas armadas que crecieron demasiado bajo su padre y está restaurando el sistema de partido dominante".
El NIS aseguró por su parte que no se conoce el nivel de castigo aplicado a los dos hombres recientemente desplazados, pero los legisladores surcoreanos que fueron informados de la situación sugirieron que podrían haber sido enviados a granjas provinciales para ser reeducados a través del trabajo forzado, una práctica muy común especialmente en décadas pasadas.
Esto es revelador considerando que Hwang Pyong-so, uno de los caídos en desgracia, fue alguna vez el segundo hombre más poderoso de Corea del Norte. Él encabezó la delegación de alto rango que visitó Corea del sur en 2014 durante los Juegos Asiáticos de Incheon, y se había mostrado en público por última vez en octubre.
Mientras que su vice, Kim Won-hong, llegó al cargo a principios de año tras haber sido desplazado como ministro de Seguridad debido a sus abusos de poder y acusaciones de corrupción.
El hombre, quien desde 2012 había servido como jefe de los servicios de inteligencia, tuvo un rol crucial en el arresto y ejecución del tío de Kim Jong-un, Jang Song-thaek, ocurrido hace cuatro años.
En total se cree que el dictador ha ejecutado a más de 100 miliares, funcionarios y miembros del gobierno desde su llegada al poder, incluyendo a figuras de alto rango como Hyon Yong-chol, ministro de Defensa sentenciado a muerte en 2015.
En tanto Kim es también el principal sospechoso del asesinato de su medio hermano caído en desgracia y exiliado, Kim Jong-nam, quien fue envenenado en Malasia a principios de año.
Con información de AFP
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