Al menos 26 personas murieron el viernes en el este de Siria en un atentado con coche bomba contra un grupo de desplazados, imputado al grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Doce niños figuran entre las víctimas de este atentado, cometido contra una reunión de desplazados en la provincia de Deir Ezzor, donde los yihadistas pierden terreno frente a las ofensivas que buscan expulsarlos de Siria.
"Decenas de personas resultaron heridas, y el balance de víctimas podría revisarse al alza, hay heridos en estado grave", precisó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Los desplazados se dirigían a la provincia vecina de Hassake, en el noreste de Siria, donde se instalaron campamentos para acogerlos en territorio kurdo, dijo Rahman. Además, agregó que la explosión se produjo en un retén de control de las FDS.
La provincia de Deir Ezzor es actualmente escenario de dos ofensivas paralelas para expulsar a ISIS de los últimos territorios en su control. Los yihadistas controlan un cuarto de esa provincia petrolera.
De un lado, las fuerzas del régimen de Bashar al Assad, apoyadas por la aviación rusa, y de otro los combatientes kurdos y árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) apoyados por Estados Unidos.
Debido a los enfrentamientos, numerosos civiles han intentado huir de las últimas zonas de los yihadistas.
Con información de AFP
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