Una foto en blanco y negro. Vieja. Con pálidas tonalidades. De casi 50 años. En ella puede verse a un pequeño tapándose el rostro con su manito. Detrás suyo, arropándolo, está un adulto, quien podría ser su padre. Pero no. Era el novio de la madre del bebé. Ambos quedaron eternizados enmarcados por una pared de ladrillos. Parecería una escena familiar cualquiera.
El niño vivió poco tiempo más. Apenas semanas. Moriría a los 19 meses de forma violenta en su casa del vecindario Haverton Hill, en el noroeste de Inglaterra. Se llamaba Paul Booth y el caso nunca fue esclarecido. A su lado en la imagen estaba David Dearlove, serio, como solía estar siempre. En la misma casa vivían Peter, Paul, Stephanie y su madre Carol Booth. También el novio de la mujer.
Pero casi 50 años después, esa fotografía fue publicada en 2015 en Facebook por David Dearlove Jr. Y fue vista por Peter Booth, el hermano mayor de Paul, que al momento de la muerte del bebé tenía apenas tres años. Tras verla detenidamente, los recuerdos comenzaron a florecer nuevamente en la cabeza de Peter. Los peores recuerdos que creía sepultados para siempre. Las pesadillas de una niñez tenebrosa. Y su memoria actualizó cómo fue vivir con Dearlove. Enfureció. ¿Por qué el hijo de quien fuera su padrastro compartía esa imagen? Le pidió que la borrara, pero algo dentro de él había renacido.
Peter era un niño cuando Paul murió, pero nunca había podido hablar sobre lo que padeció al lado de ese hombre violento, hasta que luego de la aparición de esa fotografía narró la historia a su primo Tracy. Y decidió hacer la denuncia ante la Corte de Teesside Crown. "David, el hijo de Dearlove, posteó una imagen de su papá con Paul y me enojé", dijo Peter ante el tribunal.
Dearlove -actualmente de 71 años- debió presentarse por la denuncia que pesaba en su contra. Se declaró inocente. Pero la causa no terminó allí. "No hubo ni hay duda de la condición en que murió Paul Booth. Murió por una herida severa en su cerebro causada por la fractura de su cráneo. El verdadero tema tanto en 1968 como casi cincuenta años después en 2017 es saber qué causó esa herida", indicó el fiscal Richard Wright en su presentación ante la corte.
Pero los testimonios aportados durante las audiencias de las últimas semanas fueron lapidarias contra Dearlove. El hombre había abusado físicamente de los tres pequeños. En la corte se escucharon todo tipo de aberraciones cometidas contra los menores. Durante las noches de invierno, como castigo, eran a menudo expulsados de la casa por su padrastro, donde permanecían por horas a la intemperie. Peter recordó cómo le pegaba y pateaba continuamente. Y que incluso sumergía su "cabeza bajo el agua" hasta que casi lo mataba de asfixia. "Comenzaba a patear" para que el hombre dejara de someterlo. Por su parte, Stephanie relató cómo se acostaba con ella y la abofeteaba si lloraba.
La mañana del 1 de octubre de 1968 todo cambiaría. Carol golpeó la puerta de un vecino para pedirle, desesperada, ayuda. Su pequeño Paul de apenas 19 meses no respondía. Estaba inconsciente. Y no respiraba. Al ingresar a la vivienda vio cómo Dearlove intentaba reanimarlo. Murió horas después en un hospital.
El reporte médico de entonces fue concluyente y fue aportado por Wright una vez más ahora. "La autopsia encontró un amplio número de hematomas de diferentes momentos. Lo que sugiere que él había sido deliberadamente asaltado y maltratado físicamente durante un período de tiempo", dijo el fiscal basándose en el estudio profesional hecho hace casi 50 años, de acuerdo a The Washington Post.
En aquel momento, y ante la falta de evidencias y testimonios en su contra, Dearlove mantuvo su postura. Dijo que el pequeño cayó de una cama y que las heridas habían sido producidas por jugar. El caso fue cerrado y la causa de muerte permaneció en un limbo. Dos años después, Carol y su novio rompieron su relación. En los 90, la madre de Peter, Stephanie y Paul, murió. Nunca dijo una palabra sobre lo ocurrido esa madrugada.
Pero la furia contenida en Peter renació en 2015 cuando observó la fotografía que el hijo de Dearlove publicó en su perfil de Facebook. Algo le dijo que era momento de contarle a las autoridades lo que vivió al lado de ese siniestro hombre.
"Fui a la puerta que conduce a la habitación del frente de la casa. Estaba entreabierta y asomé la cabeza y vi a David Dearlove y mi hermano Paul allí. Pude ver que David Dearlove estaba con los brazos extendidos balanceando a Paul. Dio media vuelta y golpeó la cabeza de Paul sobre la chimenea. Lo estaba sosteniendo por los tobillos. Paul estaba boca arriba mirando al techo. Hubo un quejido, un grito y luego mi madre salió de la cocina y la escuché gritar: '¿Qué está pasando?'. David Dearlove tenía a Paul en el suelo con las manos a los lados. Subí corriendo las escaleras. Estaba realmente asustado, volví a la cama y me quedé allí hasta que me volví a dormir. Pude recordar el sonido que hizo, fue un sonido horrible", narró Peter Booth esta semana a la corte.
El fiscal que investiga ahora el caso, hizo revisar nuevamente el informe pericial que explicaba el golpe que había tenido Paul. Para ellos, era imposible que se hubiera tratado de una simple caída de una cama, como había explicado Dearlove, y como repitió una vez más en la última semana. Fue, sin dudas -determinaron el neurocirujano Peter Richards y el neuropatólogo Daniel Du Plessis– un asalto seguido de un fuerte golpe en la cabeza.
La defensa de Dearlove quiso por todos los medios desprestigiar la declaración de Paul. ¿Se acordaba lo ocurrido esa noche o estaba creando una historia a su medida? "No. Recuerdo lo que vi. Todas las cosas que dije ante la corte hoy son las que recuerdo", concluyó el hombre, hoy de 53 años. David Dearlove fue arrestado en su casa de Great Yarmouth, Norfolk, donde vivió con su esposa durante 36 años. Fue detenido por la muerte de Paul y por la crueldad ejercida sobre sus hermanos mayores, Peter y Stephanie.
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