Uno de los mayores jugadores de Scrabble ha hecho trampa durante años y fue sancionado por una de las más reconocidas asociaciones de esa actividad en el Reino Unido. Se trata de Allan Simmons quien en varios torneos engañó tanto a sus rivales como a los jueces al cambiar fichas del tablero sin que nadie se diera cuenta.
Simmons, un jugador profesional escocés de 60 años, fue suspendido por la Asociación Británica de Jugadores de Scrabble, a pesar de que él negó las imputaciones que se le hicieron en los últimos días por hacer trampa -al menos- durante los pasados tres años.
Al parecer, según las acusaciones que pesan en su contra, el campeón nacional del Reino Unido, primero armaba una palabra en los casilleros de su tablero, pero si no le gustaban, furtivamente los reemplazaba y colocaba otra palabra que le redituara mayor puntaje.
El hombre parecía ser una mente superior en el juego. Incluso participó de la edición de varios libros dedicados a esta disciplina que mantiene la mente en permanente funcionamiento. Escribió en todas las ediciones de Palabras Oficiales de Scrabble como coautor y recientemente publicó Entrenador de Scrabble, otro de sus obras como referente del juego, publicada por la editorial HarperCollins, según consignó The Washington Post.
Pero su prolífica vida alrededor de este juego de ingenio no se terminaba frente a los libros y las tablas. Simmons, además tenía una columna sobre crucigramas y demás entretenimientos en el periódico Times of London, lo que causó revuelo entre los lectores. Los editores del matutino londinense decidieron echarlo.
Las sospechas sobre Simmons comenzaron hace unos meses, cuando otro jugador, Lewis Mackay, lo denunció ante el comité investigador de la asociación. "El domingo -reportó en un correo electrónico enviado a las autoridades-, en el torneo de Maestros, fui testigo de cómo Allan Simmons estaba comportándose sospechosamente durante el juego. Como resultado, creo firmemente que estaba engañándonos", contó Mackay.
La primera vez que lo vio fue hace más de un año, más específicamente en septiembre de 2016, en un torneo en Lille, mientras esperaba a su oponente y observaba cómo jugaban otros concursantes. "Uno de ellos era Allan", recordó Mackay y añadió: "En un punto, me sorprendí al verlo completar casilleros, mirarlo, y volverlo a poner en la bolsa", algo que claramente va contra las reglas.
Fue allí cuando decidió que jugaría contra él en el torneo de Maestros en junio de 2017 en Yarnfield, Inglaterra, donde finalmente corroboró sus sospechas. Simmons volvió a hacerlo. Esta vez, en tres oportunidades. Si bien las reglas eran diferentes a las que había violado en la competencia pasada, estaba vez -en otra modalidad- el supuesto campeón repitió el comportamiento y engañó a todos. Salvo a Mackay que ya estaba advertido.
Ambos contrincantes estaban jugando un partido cronometrado. En este caso, las letras se guardan en una bolsa para que los jugadores las tomen a ciegas. Para garantizar la transparencia del acto, los concursantes deben levantar la bolsa a la altura de los hombros mientras sacan las fichas nuevas; también deben abrir sus manos para mostrar que no están cambiando una letra por otra más atractiva. Pero Simmons apartaba las letras de la visión de su oponente y disimuladamente regresaba las que no le servían a la bolsa, para sacar otras. La técnica estaba muy aceitada y la maniobra era casi imperceptible. Además, nadie sospecharía del campeón.
Al día siguiente, Mackay decidió denunciarlo. Junto a su acusación surgieron nuevas. Otros dos jugadores de Scrabble también fueron testigos de las trampas del célebre exponente de la disciplina caído en desgracia. En una declaración al Times of London, Simmons intentó una defensa: "Creí que siempre mostraba mi mano abierta", dijo. Y concluyó: "Me levantaré de este problema y seguiré con cosas más importantes en la vida que jugar Scrabble".
MÁS TEMAS: