Los Millenials están cambiando la paternidad

Cómo ser padres hoy significa olvidar viejas consignas del pasado

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La postal se repite adonde sea que uno vaya, independientemente del país de origen. Familias jóvenes con niños pequeños en las cuales dispositivos como los smartphones y las tabletas parecen tener, en la mayoría de los casos, mayor protagonismo y generar más atractivo para los infantes que los propios padres.

Si bien muchos progenitores aseguran que los dispositivos son verdaderos salvadores a la hora de mantener entretenidos a sus hijos, también es cierto que se ha comprobado de manera científica que la presencia constante de pantallas frente a los ojos de los niños durante sus primeros años de vida tiene consecuencias directas sobre el desarrollo del habla y su futura interacción con quienes formarán parte de su círculo cercano.

Es por ello que resulta fundamental para los padres nacidos de 1980 al año 2000 poder rescatar los aspectos positivos del acceso masivo a la tecnología y a la vez saber identificar los potenciales riesgos para los más pequeños, sin dejarlos aislados de un mundo que formará parte de su vida adulta por más que se los intente mantener relativamente aislados desde pequeños.

Más allá de que muchos insisten en catalogar a los Millenials como egoístas, malcriados, sin habilidades para socializar de forma correcta y adictos a la satisfacción instantánea, lo cierto es que forman conforman el segmento de la sociedad más codiciado por prácticamente toda empresa en existencia y sin lugar a dudas son responsables de protagonizar la revolución tecnológica que estamos atravesando desde la llegada del Internet.

Mientras muchos dedicaban su tiempo a criticarlos, los Millenials continuaron con su vida, al conseguir empleo y formar una familia con su propio sello distintivo. Sólo en los EEUU, se calcula que 16 millones de mujeres milénicas son madres, una cifra que crece en más de un millón al año.

Cinco de cada seis bebés que nacen en la actualidad corresponden a una familia Millenial, o lo que equivale al 80 por ciento de los niños nacidos cada año en el país del norte. Esto trajo consigo una nueva forma de enfrentar la paternidad, en la mayoría de los casos con algún tipo de asistencia cibernética.

Uno de los aspectos más distintivos es que los padres del milenio son probablemente los mejor informados de la historia del hombre. Sólo hace falta retroceder un par de generaciones para comprender que los padres y abuelos del pasado sólo tenían acceso a una cantidad limitada de información y no podían recurrir a Google para responder cualquier tipo de incógnita o duda infantil, por más insólita que esta sea.

Mientras que hasta no hace mucho las abuelas eran sin lugar a dudas la última palabra en lo que hacía a cuidado infantil, hoy han sido reemplazadas por vlogeras de YouTube dedicadas enteramente a ayudar a los padres modernos a enfrentar cualquier desafío que se les presente. Esto genera a la vez que los padres se sientan confundidos al tener acceso a tanta información, la cual muchas veces se contradice o no proviene de fuentes confiables como pueden representar médicos especialistas en pediatría.

La división de tareas, tanto dentro de la casa como en lo que corresponde generar los ingresos necesarios para mantener a la familia, también ha sido completamente replanteado por los nuevos padres. El antiguo modelo con inclinaciones machistas en el que se esperaba que la mujer, independientemente de si estuviese activa laboralmente o tomase la decisión de ser ama de casa, se encargara de las tareas de la casa y de preparar la comida ha quedado completamente fuera de consideración.

Si se tiene en cuenta que hoy día muchas madres tienen trabajos más demandantes y mejor retribuidos que sus parejas, era de esperarse que las tares del hogar comiencen a ser lenta pero gradualmente a ser divididas de forma equitativa con el hombre. La mayor aceptación de modelos de familias con padres del mismo sexo también ha colaborado para que se replantee la arcaica división por género que ya no se condice con los tiempos que corren.

Otro aspecto que está siendo replanteado es el religioso. Según una encuesta llevada adelante por la agencia norteamericana Pew Research, 4 de cada 10 norteamericanos casados desde 2010 tienen un cónyuge que pertenece a otro credo, lo que representa el doble que aquellos unidos formalmente en 1960. Por otro lado, 9 de cada 10 Millenials están a favor de los casamientos interraciales o multiculturales.

En definitiva, más allá de la extrema dependencia sobre los consejos online y de la búsqueda de una división equitativa de responsabilidades tanto dentro como fuera del hogar, los Millenials están demostrando ser más flexibles que sus padres a la hora de criar a las generaciones del futuro y más allá de que para muchos los tiempos pasados siempre fueron mejores, los jóvenes padres de hoy se enfrentan a los constantes cambios y a la incertidumbre sobre el futuro de la mejor forma posible.

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