Las fuerzas armadas de Zimbabwe se posicionaron este miércoles en la capital del país, Harare, durante una operación destinada, según afirmaron, a eliminar a los "criminales" del entorno del presidente Robert Mugabe, en el poder desde hace 37 años.
Vehículos blindados del ejército controlaban por la mañana los accesos al parlamento, a la sede del partido gobernante, el Zanu-PF, y a las oficinas en las que el jefe del Estado suele reunir a sus ministros, constató un periodista de la AFP en Harare.
La entrada en escena de los militares se produce en medio de una crisis abierta entre Mugabe y el jefe del Ejército, Constantino Chiwenga, tras la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, durante mucho tiempo considerado como su delfín.
"No se trata de una toma del gobierno por militares", dijo el general Sibusiso Moyo al leer una declaración transmitida en vivo por la televisión estatal. "Queremos asegurar a la Nación que su excelencia el presidente (…) y sus familiares se encuentran sanos y salvos, y que su seguridad está garantizada".
#Zimbabwe Military now in charge, say they are targeting criminals around Mugabe but Mugabe and family are safe. pic.twitter.com/bbuXxRkUB5
— Dewa Mavhinga (@dewamavhinga) November 15, 2017
La proclama castrense intervino poco después de que se escuchasen disparos en los alrededores de la residencia del mandatario en la capital Harare.
Mugabe, de 93 años, dirige Zimbabue con mano de hierro desde la independencia del país en 1980. Anunció que volverá a presentarse en 2018 para un nuevo mandato a la cabeza de este país, sacudido por una grave crisis económica y financiera.
"Nuestro objetivo son criminales de su entorno, que están cometiendo crímenes", dijo el militar. "No bien cumplamos con nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad", agregó.
El tiroteo se produjo después de que se observase la presencia de un convoy de blindados circulando en las inmediaciones de la capital, alimentando los rumores de golpe de Estado.
Soldados gritaban agresivamente a los conductores de vehículos que pasaban cerca que avanzaran por el camino. "No intenten nada raro, váyanse", le gritó uno de ellos a Reuters.
"Poco antes de las 02H00 de la mañana (00H00 GMT) escuchamos entre 30 y 40 disparos durante tres o cuatro minutos procedentes de su residencia", dijo a AFP un vecino residente del barrio Borrowdale.
Los hechos ocurren un día después de que el general Constantino Chiwenga afirmó estar preparado para "actuar" y poner fin a una purga de seguidores del vicepresidente, que fue destituido la semana pasada.
Ante la situación de "incertidumbre política", la embajada de Estados Unidos en Zimbabue recomendó este miércoles a sus ciudadanos permanecer en sus casas.
"Recomendamos a los ciudadanos norteamericanos en Zimbabue protegerse permaneciendo en sus casas hasta nuevo aviso", indicó la embajada en un comunicado.
Due to ongoing uncertainty in Zimbabwe, the U.S. Embassy in Harare will be minimally staffed and closed to the public on November 15. Embassy personnel will continue to monitor the situation closely. @StateDept
— U.S. Embassy Harare (@usembassyharare) November 15, 2017
El Foreign Office británico indicó poco antes estar al tanto de "informes de movimientos de vehículos militares en las inmediaciones de Harare" y dijo seguir muy de cerca la evolución de los hechos.
En una situación sin precedentes, Chiwenga amenazó abiertamente el lunes con intervenir en política, una semana después de que Mugabe despidió al vicepresidente Emerson Mnangagwa, considerado desde hace tiempo como su probable sucesor.
Mnangagwa, un veterano de las guerras de liberación de Zimbabwe de la década de 1970, es popular entre los militares, que interpretaron su despido como parte de una purga de figuras de tiempos de la independencia para allanar el camino para que Mugabe entregue el poder a su esposa Grace, de 52 años.
Mugabe lideró el martes una reunión de gabinete semanal, dijeron funcionarios, y su partido afirmó que "la política prevalecerá sobre las armas". Además, el ZANU-PF acusó a Mnangagwa de "conducta traicionera ideada para incitar la insurrección".
Mugabe es el decano de los jefes de Estado en activo. Bajo su régimen autoritario, el país africano se empobreció y desde principios de los años 2000 lidia con un desempleo masivo (cerca del 90% de la población activa) y falta de liquidez que retrasa el pago de salarios a los funcionarios.
(Con información de Reuters y AFP)
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