El presidente de Irán, Hasan Rohani, advirtió este miércoles a Arabia Saudita que tenga cuidado con "el poderío" de su país, en un nuevo episodio del cruce de amenazas y reproches que se dirigieron ambos países en los últimos días respecto a la guerra civil en Yemen.
"Conocen el poderío y el lugar de la República Islámica. Gente más poderosa que ustedes no pudo hacer nada contra el pueblo iraní. Los Estados Unidos y sus aliados movilizaron todos sus medios contra nosotros y no pudieron hacer nada", declaró Rohani.
Con esta última referencia, el mandatario parece aludir a la guerra entre Irán e Irak, que comenzó en 1980 y concluyó en 1988, con un saldo de cientos de miles de muertos, y en la que el reciente régimen teocrático del ayatollah Ruhollah Khomeini resistió una invasión de las fuerzas del dictador Saddam Hussein, apoyado por las monarquías del Golfo y algunos Gobiernos occidentales.
Sus declaraciones llegan un día después de que el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, acusara a Irán de proveer misiles balísticos a los rebeldes chiitas hutíes que tomaron la capital de Yemen en 2014. El sábado estas milicias lanzaron un ataque contra el aeropuerto de Riad que fue frustrado por las baterías antiaéreas, considerado en ese momento una "agresión militar directa" por parte de Arabia Saudita.
Irán negó la acusación y argumentó que hubiera sido imposible enviar misiles a Yemen, considerando el bloqueo aéreo, marítimo y terrestre que Riad mantiene sobre el país, en cuya guerra civil participa activamente al mando de la coalición árabe que apoya al presidente Rabo Mansur Hadi.
"Queremos bienestar y desarrollo en Yemen, Irak y Siria, y en Arabia Saudita, también. No hay otro camino que la amistad, la hermandad y la asistencia mutua", dijo Rohani. "Si creen que Irán no es su amigo y que los Estados Unidos y el régimen sionista (de Israel) lo son, están cometiendo un error estratégico y analítico", agregó.
Arabia Saudita y los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahréin, Qatar, EAU, Kuwait, Oman) son aliados estratégicos de los Estados Unidos en la región, y permiten que Washington mantenga bases y realice operaciones desde su territorio.
De mayoría sunita, estos países se encuentran enfrentados desde hace tiempo al régimen iraní, de mayoría chiita, que a su vez mantiene cercanía con Siria, Irak y Yemen, donde participa con tropas y apoyo en sus guerras civiles, y el Líbano, donde sostiene al grupo terrorista Hezbollah.
(Con información de AFP)
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