Dos mujeres acompañaron a Kim Jong Un en la visita a la Fábrica de Cosméticos de Pyongyang que se acaba de renovar: Ri Sol Ju, su esposa, y Kim Yo Jong, su hermana menor.
"Una, con un traje negro elegante con un estampado de flores, una cartera sobre bajo su brazo, era la esposa de Kim desde hace siete años", la describió The Washington Post. "La otra, vestida con el atuendo práctico negro de un burócrata del Partido Comunista", era la hermana del hombre más poderoso de Corea del Norte.
Mientras el heredero de la dinastía Kim observaba los productos de belleza norcoreanos, la esposa se mantuvo a su lado, impertérrita. La hermana llevaba un cuaderno para tomar notas.
Las dos jóvenes mujeres —ambas son millennials— cumplen un papel para el régimen: "Una, ser glamorosa e inspiradora; la otra, representar la importancia del trabajo duro", resumió la periodista Anna Fiefield en su artículo. Porque ser mujer en el país más cerrado del mundo implica recorrer un camino para el cual no se han trazado mapas.
Por un lado, las mujeres están más integradas en la fuerza laboral que en Corea del Sur; además, dado que son las únicas que pueden permitirse trabajar full-time en el mercado negro, son la fuente principal de ingresos de los hogares. Para hacer eso, sus maridos deben pedir licencias en sus trabajos estatales pésimamente pagados, algo que no siempre se les concede y que implica el riesgo de que los descubran en su mentira.
Pero por otro lado, la jerarquía que hace siglos imponen los valores confucianos en la península entera ubica a las mujeres como ciudadanos de segunda, cuyo fin principal es criar a la generación nueva de soldados. La mujer más famosa de Corea del Norte es Kim Jong Suk, la esposa del fundador del régimen, Kim Il Sung, identificada como una figura antiimperialista. También se idolatra a Ko Yong Hui, la segunda esposa de Kim Jong Il y madre del actual líder.
"Su esposa le da a Kim Jong Un la posibilidad de mostrar un lado más blando. Son una pareja moderna, joven, potente, en movimiento", dijo a The Washington Post Jung H. Pak, un experto de Brookings Institution. "Para esta nueva generación de norcoreanos que crece en un país nuclear, la resolución y el glamour se asocian", agregó el ex analista de la CIA especializado en Corea.
La hermana de Kim, que tiene alrededor de 30 años, se ha constituido como una de sus colaboradores más cercanos, y acaba de ser promovida al poderoso buró político del partido único. "Ella lo apoya", opinó Pak. "No es una líder por derecho propio. Pero está siempre en el fondo, como acechando detrás de su hermano. Es parte de este régimen dinástico".
Tiene, sin embargo, lo principal para serlo alguna vez: pertenece a la familia Kim. Todas las mujeres que ocupan posiciones importantes en Pyongyang llegan a hacerlo por sus lazos familiares. Choe Son Hui, por ejemplo, la interlocutora máxima con los Estados Unidos, es la hija de un ex primer ministro. "La familia Kim mantiene el poder hace más de siete décadas porque se apoya en la lealtad de un círculo secreto y por sostener una especie de derecho de sangre celestial", agregó Fiefield en su artículo.
Kim Yo Jong apareció por primera vez en público a finales de 2011, durante el funeral de su padre. Desde entonces ha ganado posiciones, como por ejemplo la organización de eventos y desfiles militares, y dada su dirección del departamento de agitación y propaganda del Partido de los Trabajadores, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos la sancionó este año.
Ri, la esposa de Kim, pertenece al círculo secreto: es la nieta o la sobrina de un ex general de la Fuerza Aérea que siempre acompaña a Kim en las pruebas de misiles, Ri Pyong Chol. Se cree que ella es un par de años más joven que su marido, quien ya cumplió 33, y que tienen dos o tres hijos, aunque solo hay prueba de una, la niña Ju Ae, de la cual habló el ex jugador de los Chicago Bulls Dennis Rodman, luego de su visita a Corea del Norte en 2013.
"En Corea del Norte se supone que la familia Kim hoy representa una especie de nuevo ideal socialista: un país moderno con estilo y armas nucleares", resumió The Washington Post. El estilo lo pone Ri, que en público aparece como una esposa devota vestida con trajes estilo Chanel y, una vez, hasta llevó una cartera Christian Dior. Sobre las armas nucleares ya se sabe.
Pero ese ideal, según el especialista que consultó el diario estadounidense, es de doble filo: "Genera expectativas. Si uno es un norcoreano común, que se esfuerza todo el tiempo sin cumplirlas, no se puede vivir es sueño de consumo". Para eso, acaso, esté el contrapeso de la esforzada hermana millennial de Kim.
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