Estados Unidos mantiene discretamente un diálogo diplomático directo con Corea del Norte, dijo el martes un funcionario de alto rango del Departamento de Estado, a pesar de que el presidente Donald Trump afirmó en público que tales conversaciones son una pérdida de tiempo.
Joseph Yun, el negociador de Estados Unidos con Corea del Norte, ha utilizado el llamado "canal Nueva York" para comunicarse con diplomáticos de la misión de Pyongyang en Naciones Unidas, dijo el funcionario, en momentos en que la retórica belicosa entre Trump y el dictador norcoreano, Kim Jong Un, ha generado temores de un conflicto militar.
Los comentarios del funcionario son la señal más clara de que Washington está discutiendo directamente temas que van más allá de la liberación de prisioneros estadounidenses, luego de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo el 17 de octubre que continuaría con los "esfuerzos diplomáticos (…) hasta que caiga la primera bomba".
No hay indicios, sin embargo, de que las comunicaciones tras bastidores hayan mejorado una relación tensada por las pruebas de misiles y ensayos nucleares de Corea del Norte, la muerte del estudiante universitario Otto Warmbier días después de que Pyongyang lo liberó en junio y la detención de otros tres estadounidenses.
La noticia de comunicaciones discretas con Pyongyang se conoce a pesar de los comentarios de Trump, quien ha dicho que las conversaciones no tienen sentido, los avances armamentísticos de Corea del Norte y las insinuaciones de algunos funcionarios surcoreanos y estadounidenses de que las interacciones de Yun con los norcoreanos han sido frenadas.
"No han sido limitadas para nada, tanto en frecuencia como en sustancia", dijo el funcionario de alto rango del Departamento de Estado.
Entre los puntos que Yun ha presentado a sus interlocutores norcoreanos está "detener las pruebas" de bombas nucleares y misiles, afirmó el funcionario, aunque rehusó .
Corea del Norte realizó este año su sexta y más poderosa detonación nuclear y ha realizado una serie de pruebas de proyectiles, incluidos misiles intercontinentales balísticos (ICBM, por su sigla en inglés) que, si son perfeccionados, podrían alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
La posibilidad de que Pyongyang esté más cerca de incorporar una ojiva nuclear en un ICBM ha alarmado al Gobierno de Trump, que en abril presentó una política de "máxima presión y compromiso" que hasta el momento no ha disuadido a Corea del Norte.
(Con información de Reuters)
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