Tras el artículo 155 y de cara a las elecciones, Cataluña sigue dividida entre quienes apoyan o se oponen a la independencia

Según un informe de la consultora de riesgo Eurasia Group, hay un 55% de probabilidad de que en los comicios legislativos pautados para el 21 de diciembre se imponga una coalición contraria a la secesión, la riesgosa apuesta de Madrid. Los partidos cuyos funcionarios fueron depuestos ya aceptaron participar de los comicios para volver al poder mediante el voto

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Banderas esteladas y españolas frente
Banderas esteladas y españolas frente al Palacio de la Generalidad de Cataluña, en Barcelona (AFP)

Tras la destitución del gobierno de la coalición independentista Junts Pel Sí en Cataluña, la intervención de Madrid y el llamado a elecciones para el 21 de diciembre, las chances de que un gobierno dedicado a la secesión vuelva a llegar al poder en la región son del 45%, según la consultora Eurasia Group.

La declaración de independencia realizada por el Parlamento catalán el jueves recibió un amplio rechazo de la comunidad internacional, que se movilizó en masa para apoyar la unidad de España.

Un día después el Senado español aprobó la implementación del artículo 155 de la Constitución, por el cual Madrid destituyó el gobierno regional, disolvió el Parlamento, intervino la región y convocó elecciones.

La respuesta de las autoridades catalanas fue más tibia de lo que se esperaba, llamando a una resistencia pacífica en un principio y después abandonado el país para instalarse en Bruselas.

Carles Puigdemont junto a funcionarios catalanes
Carles Puigdemont junto a funcionarios catalanes destituidos y colaboradores (AP)

Esto se debe en primer lugar a que el presidente Carles Puigdemont y su gabinete saben que lograr la independencia de manera unilateral es imposible, especialmente tras la destitución y la intervención de Madrid, según argumentó en un informe la consultora de riesgo Eurasia Group.

Por otro lado los líderes catalanes se enfrentan a querellas por rebelión y sedición que podrían tener fuertes repercusiones para ellos a nivel personal.

Pero de cualquier manera los partidos independentistas han decidido no boycottear las elecciones anticipadas, en las que competirán con la esperanza de volver al poder mediante el voto.

Esto marca dos escenarios distintos: la victoria nuevamente de una coalición independentista, que se vería reforzada e intentará mostrar a estas elecciones como un referéndum más sólido que el celebrado el 1 de octubre; o bien el triunfo de una grupo de partidos moderados que busquen restaurar el estado de derecho y la normalidad mediante el diálogo dentro de las fronteras de España.

El presidente del gobierno español,
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, apuesta a que los moderados no independentistas ganen en las elecciones anticipadas (AFP)

Las últimas encuestas muestran una fuerte polarización en Cataluña entre los partidos que buscan la independencia y los que están en contra, y un apoyo general a la secesión inferior al 50%.

En este escenario Eurasia Group calcula que las chances de que vuelva a darse una mayoría de partidos independentistas que formen un gobierno orientado a la secesión son del 45%, es decir de que se repita la coalición entre el PDeCat, el ERC y la CUP que impulsó el referéndum y proclamó la independencia.

Mientras que hay un 55% de probabilidades que la coalición resultante sea más heterogénea y no pueda imponer una agenda de independencia, lo que constituye la apuesta de Madrid.

La consultora de Ian Bremmer considera de esta manera que las elecciones significarán la llegada de una nueva coalición más moderada que buscará enmendar la relación con España, aunque existe una fuerte paridad entre ambas opciones y el riesgo para el gobierno español es alto.

Cataluña sigue profundamente dividida entre
Cataluña sigue profundamente dividida entre la independencia y la permanencia (Reuters)

Por otro lado esta alianza no independentista puede tener diferentes rostros. Podría tratarse de una coalición enteramente pro España, una alianza liderada por separatistas pero que incorpore a unionistas o un acuerdo equilibrado de fuerzas.

La consolidación de esta opción y la forma que adoptará dependerá de los casi dos meses que quedan hasta las elecciones del 21 de diciembre, en los que Madrid seguirá aplicando el artículo 155, la región continuará experimentando los vaivenes económicos de la crisis y los activistas por independencia lidiarán con la intervención del gobierno español en suelo catalán.

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