El director administrativo de la policía catalana, Pere Soler, se convirtió en el primer alto funcionario en acatar la destitución ordenada por el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, en una carta en la que se despidió de los Mossos d'Esquadra.
"Ha sido un gran honor compartir, con todos vosotros, este corto pero intenso periodo de tiempo", señaló en una misiva interna que fue publicada por medios españoles. "Hemos intentado que este proceso que hoy vive Cataluña no afectase al normal funcionamiento del Cuerpo de los Mossos, pero desgraciadamente no ha sido así y lo lamentamos profundamente", señaló el abogado, que había sido nombrado en julio.
El director general de los Mossos, Pere Soler, se despide por carta. Acata pues la destitución del Gobierno de la Nación. #L6ARVCat pic.twitter.com/wxLc4AjWtG
— Daniel Lázaro Matías (@danilazarom) October 27, 2017
Respecto a la situación que se va a vivir en las próximas semanas tras la aplicación del artículo 155 que interviene la autonomía de la región, Soler adelantó que está "seguro" de que la policía catalana seguirá haciendo "un buen trabajo, mande quien mande", aunque adelantó que la fuerza se mantendrá bajo las órdenes de la actual cúpula de comisarios. "Para cualquier duda, la estructura de mando es el referente, como lo ha sido siempre", señaló.
Además, escribió que "hace falta trabajar con la misma profesionalidad que se ha venido haciendo hasta estos momentos".
El jefe policial también consideró que los Mossos son "la institución más valorada y estimada" por los catalanes, y consideró "extraordinariamente injusto" el proceso abierto a funcionarios y agentes acusados de tener una actitud pasiva durante el referéndum ilegal del 1 de octubre, cuando recibieron la orden de impedir su realización.
El Consejo de Ministros ordenó el cese de Soler, una medida que no afecta de momento al jefe operativo del cuerpo, Josep Lluís Trapero, en libertad con medidas cautelares mientras es investigado por un delito de sedición.
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