El Parlamento catalán declaró la independencia luego de que los partidos separatistas presentaran este viernes una resolución al pleno en la que deseaban esa declaración bajo amenaza de intervención por parte del gobierno central y a pesar de la advertencia sobre la ilegalidad del proceso hecha por el propio cuerpo jurídico del órgano legislativo. El resultado de la votación fue 70 votos a favor, 10 en contra y dos en blanco.
La presidente de la Cámara, Carme Forcadell, advirtió a los presentes sobre los riesgos legales de su decisión, mientras el Senado de Madrid arprobó el uso del artículo 155 de la Constitución española para contrarrestar el intento separatista.
Los legisladores del Partido Popular, los del Partido Socialista y los de Ciudadanos se retiraron del recinto del Parlamento catalán antes de iniciar el proceso de votación, que por un acuerdo entre los presentes se realizó de forma secreta.
De esa manera, los votantes pretenden protegerse de las posibles consecuencias legales de su elección. Durante todo el proceso, el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont estuvo presente y no emitió comentario alguno.
"Declaramos que Cataluña se convierte en un estado independiente en forma de República", se afirma en el preámbulo de la propuesta de resolución presentada por los independentistas, con mayoría absoluta en la cámara regional.
La resolución fue presentada conjuntamente por dos grupos parlamentarios en la cámara, la coalición de gobierno Juntos por el Sí, con partidos de izquierda y derecha, y la formación de extrema izquierda Candidatura de Unidad Popular (CUP).
Según las cifras del ejecutivo catalán, un 43% del censo participó en esa consulta prohibida por la justicia, con un 90% de votos por la secesión.
En la resolución, los partidos independentistas instan al gobierno y el parlamento regional a aplicar estos resultados iniciando un proceso constituyente "para elaborar la Constitución y los fundamentos de la República" y lanzando la entrada en vigor de la llamada "ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República".
Esta ley, aprobada en septiembre en el parlamento regional pero suspendida por el Tribunal Constitucional, constituye a Cataluña como una república independiente y convierte al presidente regional en el jefe de Estado y máxima autoridad del nuevo país.
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